Interior afirma que el camerunés devuelto ofreció resistencia pasiva
La grabación de una ONG muestra cómo los guardias civiles lo pasan a Marruecos .
El Gobierno cierra filas en torno a los ocho guardias civiles imputados a raíz de una grabación realizada por la ONG Prodein el 15 de octubre. En las imágenes, se observa como los agentes golpean primero a un inmigrante camerunés en el momento en que desciende de la valla de Melilla y, después, lo trasladan en volandas aparentemente inconsciente de vuelta a territorio marroquí sin que se le preste atención médica.
Frente a las sospechas sobre la actuación de los guardias civiles, Interior asegura que, ante «las actitudes violentas y agresivas» de los inmigrantes que intentaban saltar la valla, los guardias civiles se vieron obligados «a hacer el mínimo e imprescindible uso de la fuerza para reducirlos». En concreto, el Ministerio afirma que los subsaharianos amenazaron a los efectivos españoles con garfios y herramientas artesanales fabricadas para escalar el vallado. Esta es la versión que mantiene Interior, según refleja su respuesta parlamentaria a una pregunta del diputado de Amaiur Jon Iñarritu sobre este suceso.
El departamento que dirige Jorge Fernández Díaz afirma además que «alguno de los inmigrantes ofreció resistencia pasiva, lo que obligó a los guardias civiles a transportarlo en brazos, no siendo en ningún caso expulsado». Añade el Ejecutivo que los inmigrantes devueltos en caliente aquel día «en ningún supuesto se encontraban inconscientes ni presentaban heridas o lesiones que necesitaran atención médicas». La respuesta de Interior concluye que los agentes del instituto armado cumplieron con rigor con su labor «de contención y de rechazo en frontera en el ámbito de la vigilancia fronteriza».
Este apoyo del Ministerio a la actuación de los agentes aquel día no es nuevo. Fernández Díaz ha defendido en el pasado que el inmigrante estaba simulando estar herido en el momento en el que, sin haber entrado en suelo español según su opinión, fue llevado de vuelta al lado del vallado marroquí.
A raíz de la publicación de las imágenes el Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla imputó a los agentes y ordenó investigar los hechos para dilucidar si «pudo haberse producido un empleo de la fuerza desproporcionado y si tal manera de proceder pudiese estar tipificada en el Código Penal, sin perjuicio de mejor y más depurada calificación, al menos como un delito de trato degradante». El magistrado instructor Emilio Lamo de Espinosa añadió en su auto de imputación del pasado 19 de febrero que el inmigrante pudo ser «posteriormente trasladado en volandas hasta Marruecos desde España atravesando el perímetro fronterizo».
El juez ordenó también que se investiguen las posibles agresiones que habrían sufrido los guardias civiles durante el intento de salto y conocer si el joven camerunés intentó atacarles con un garfio u otra clase de herramienta artesanal.