Rato puso en marcha nuevas firmas instrumentales a raíz del caso Bankia
Habría ocultado, según Hacienda, gran parte de su patrimonio tras la imputación.
Rodrigo Rato ha ido tejiendo, cual Houdini de las finanzas, un entramado complejo de sociedades que tendría como fin último ocultar la propiedad real de gran parte de su patrimonio que, según los datos que maneja la Agencia Tributaria se aproximaría, al menos, a los 27 millones de euros. Y su sospecha es que cerca de tres cuartos del mismo (en torno a 20 millones) habría sido disfrazado ante el fisco.
El que fuera vicepresidente económico del Gobierno ya contaba, no obstante, con una madeja nacional de sociedades que movía tanto parte del patrimonio de la familia como el suyo según iba cambiando de cargos y ocupaciones. Son varias decenas de firmas, con objetos variopintos (comercio, energía, inmobiliario…) y que en su mayoría tienen la sede en su propio domicilio o en su despacho profesional, ambos en el barrio madrileño de Salamanca.
La vinculación de Rato con ellas es directa (como administrador, apoderado o dueño) o indirecta (por el lugar de su sede social) y figuran también distintas personas de su entorno, desde familiares -hermanos (Ramón y María Ángeles), sobrinos, sus tres hijos e incluso su ex esposa, María Ángeles Alarcó- hasta estrechos colaboradores. Uno de estos es Miguel Ángel Montero, gerente de la sociedad Muinmo -ahora casi en liquidación- que gestionaba el patrimonio de los Rato y a finales de 2000 recibió un crédito sospechoso de 3,15 millones de euros (525 millones de pesetas de la época) concedido por el banco HSBC, vinculado a su vez a la trama de Gescartera.
Aunque es a raíz de su imputación en el caso Bankia cuando el ex director gerente del FMI empieza a montar otro ovillo de firmas instrumentales, más reducido -los investigadores hablan de entre seis y ocho sociedades-, para desviar fondos al extranjero a través de paraísos fiscales. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu le puso por vez primera en la diana -junto a otros 32 ex consejeros del banco y su matriz, BFA- a principios de julio de 2012.
Desde el entorno de Rato niegan, en general, las imputaciones que hace Hacienda en su escrito, como la de que su patrimonio ascendería a 27 millones o que sus ingresos entre 2012 y 2013 fueron bastante más altos de los declarados, como sostiene el fisco para imputarle una diferencia de 1,4 millones. Lo mismo dicen respecto a sus sociedades, donde la Agencia ve un posible fraude cercano al millón de euros sumando las cuotas de 2011 a 2013.
Fuentes de la investigación, sin embargo, sostienen que aunque se está en una fase inicial de las pesquisas disponen de indicios suficientes para creer que Rato perseguía evitar posibles embargos por el caso Bankia. De ahí el presunto alzamiento de bienes que se le atribuye, aparte de supuesto fraude fiscal y blanqueo.