Feijóo insta a Rajoy a reflexionar si el PP pierde las elecciones de mayo
El líder gallego, señalado por los populares como sucesor del presidente, afirma que quiere «ser útil» al jefe del Ejecutivo.
La clave está en el próximo 24 de mayo. Las elecciones autonómicas y municipales serán la prueba de fuego tanto para el bipartidismo como para las fuerzas emergentes. Pero también resultarán decisivas para la vida interna de formaciones como el PP. Hasta ayer nadie en el partido de Mariano Rajoy se atrevía a ponerle voz a esa reflexión. Fue el presidente de la Xunta de Galicia, probablemente el barón con más ascendiente dentro de la organización, el que advirtió de que no todo debe seguir igual pase lo que pase en los comicios. «Si el PSOE, o Podemos, tienen más votos, más escaños y más concejales que el PP, el presidente del partido tiene que abrir un periodo de reflexión», aventuró Alberto Núñez Feijóo.
En el fondo, nadie dentro del PP cuestiona que el 24-M el mapa electoral español vaya a teñirse de azul, más allá de los vaivenes que sufren los sondeos en este año incierto. Los populares dan por hecho que, a pesar del bajón de los respaldos, seguirán siendo la primera fuerza política en la suma de votos de todo el país. Y ahí se encuadra el atrevimiento de Núñez Feijóo. «Que un partido gane las elecciones y tenga que llegar a la conclusión de que el resultado es negativo. Pues no sé a qué conclusión tendrían que llegar los partidos que las pierdan», salvaguardó el líder gallego, que, sin embargo, también dejó en manos del jefe del Ejecutivo la decisión de qué hacer tras los comicios y si resulta conveniente introducir o no cambios en la cúpula. En caso de seguir como primera fuerza, es Rajoy quien tiene, a su juicio, que gestionar «los matices».
En el PP cruzan los dedos por que en las próximas cinco semanas no surjan nuevas informaciones de irregularidades cometidas por los suyos que echen al traste las expectativas electorales. De ahí que Núñez Feijóo llamara ayer a la confianza. No sólo se proclamó orgulloso de pertenecer a un partido «imperfecto», capaz de «rectificar» tras verse menguado por escándalos como el del ex vicepresidente económico de José María Aznar, Rodrigo Rato. El «contribuyente Rato», como lo describió el líder gallego para desvincularlo de su relación con los populares.
También instó a sus compañeros a creer en Rajoy. «Es el presidente del partido que mejores resultados electorales ha obtenido en la historia del PP. Confiemos un poco en ese dirigente político», demandó a los suyos.
La última parte de su alocución se convirtió, de hecho, en un panegírico del jefe del Ejecutivo. Un político «honorable», según el barón, al que Feijóo debe lealtad y también haberse presentado en 2006 a suceder a Manuel Fraga al frente del PP en Galicia. El siguiente relevo del que podría hacerse cargo es el del PP nacional. Fuentes populares en todos los territorios lo sitúan como sustituto de Rajoy cuando éste decida ceder su lugar. «El motivo principal por el que yo me metí en política es por él, así que usted comprenderá que yo estoy aquí para ser útil al presidente Rajoy», zanjó el dirigente autonómico y depositó así en manos del presidente del Gobierno cualquier decisión sobre su futuro.