La llamada a consultas, un recurso de protesta diplomática inusual en España
La llamada a consultas de un embajador en el extranjero es una medida poco usual en el mundo diplomático que sólo se da cuando las relaciones bilaterales se encuentran muy deterioradas e incluso en un punto cercano al de la ruptura.
En el caso español la llamada a consultas de uno de sus embajadores en el extranjero se da con un carácter muy excepcional. En lo que respecta al Gobierno de Mariano Rajoy, hasta ahora se había resistido a dar este drástico paso diplomático a pesar de lo que se ha calificado como una «escalada de insultos por parte de Venezuela». No obstante, desde la oposición el PP sí solicitó a José Luis Rodríguez Zapatero la retirada del embajador como protesta por los reiterados ataques de Hugo Chávez contra el ex presidente José María Aznar o don Juan Carlos.
La anterior vez que un Ejecutivo español tomó una decisión de este calibre fue en 2009, cuando Exteriores llamó a consultas al embajador en Honduras, Ignacio Rupérez, a consecuencia del golpe de estado que derrocó a Manuel Zelaya.
En 2002 José María Aznar retiró al embajador en Rabat, Fernando Arias-Salgado, con motivo de la crisis abierta con Marruecos a cuenta de Perejil.
Para encontrar otros antecedentes españoles de llamadas a consultas a sus representantes diplomáticos hay que remontarse a los gobiernos de Felipe González. En 1992 España adoptó está medida contra la antigua Yugoslavia junto al resto de países de la Unión Europea en señal de protesta por la Guerra de los Balcanes.