Diario de León

MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS 2015

Podemos admite que la dimisión de su número tres se reflejará el 24M

Unos creen que renunció por desgaste personal y otros por discrepancias políticas.

Pablo Iglesias apoyó ayer a los trabajadores de una subcontrata de Telefónica.

Pablo Iglesias apoyó ayer a los trabajadores de una subcontrata de Telefónica.

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RAMÓN GORRIARÁN | MADRID
León

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Podemos quedó anonadado con la dimisión de su número tres. La renuncia de Juan Carlos Monedero a tres semanas de las elecciones locales y autonómicas, admiten en el partido, va a tener impacto negativo en las urnas porque no se trata solo de un dirigente, se trata de uno de los arquitectos ideológicos de la organización y un referente para la organización. Pablo Iglesias también lo sabe y salió al paso para negar que vaya a suponer una pérdida de votos. ¿Por qué? «Porque no», replicó con una inusual sequedad.

El rostro del líder de Podemos en la concentración en la Gran Vía madrileña de los trabajadores en huelga de Telefónica lo decía todo. Su locuacidad y las sonrisas, marca de la casa, brillaron por su ausencia. Iglesias fue breve y tajante en sus declaraciones. «Vamos a seguir trabajando para ganar las elecciones y tendremos que ver qué ocurre en las urnas», comentó con cara seria, y con la misma aseguró que «no nos va a afectar, no nos va a restar votos».

Monedero comunicó su renuncia a Iglesias a primera hora de la tarde del jueves, después de las explosivas declaraciones que hizo en Radiocable, muy críticas con la deriva moderada del partido. Dos horas después, el líder de Podemos la hizo pública en un acto en el Círculo de Bellas Artes convocado para otro asunto.

Fuentes cercanas admitieron que Iglesias estaba «tocado» por la dimisión del secretario de Programa y Proceso Constituyente, pero también recordaron que se había enfadado al conocer los comentarios, «injustos», dijo a sus colaboradores más estrechos, de Monedero en la radio por Internet. De cara al exterior, primó la tristeza por la marcha de su compañero, con pésima imagen fuera de Podemos pero magnífica dentro, y ayer volvió a decir que admitir la renuncia fue una decisión «muy dolorosa», aunque también previsible en cierta medida porque el cofundador del partido es «un intelectual que necesita volar».

El lunes, el sustituto

Iglesias anunció que la dirección de Podemos dará a conocer este lunes el sustituto de Monedero, pero garantizó que su salida no va a suponer un distanciamiento del proyecto. «Su aguijón es más necesario que nunca, necesitamos su capacidad crítica» y fuera de la dirección del partido «va a poder volar más alto».

Pero más allá de las palabras del líder, los dirigentes de Podemos están enzarzados en un debate sobre las verdaderas razones de la dimisión del número tres del partido. El único punto de consenso entre ellos es que, pese a lo dicho por Iglesias en público, tendrá un impacto negativo el 24 de mayo. A la tendencia decreciente que muestran los sondeos, la noticia de la marcha de un pilar del partido no va a ayudar, razonaban algunos responsables de la formación morada.

Ese era el punto de acuerdo. El desacuerdo, en cambio, reina sobre los motivos del portazo y dividía las aguas en dos. Un sector cree que Monedero se marchó por desgaste personal ante la, a su juicio, campaña de los medios de información sobre sus relaciones con el régimen bolivariano de Venezuela y los 425.000 euros pagados por Caracas por una asesoría sobre una moneda común y que no fueron incluidos en la declaración de IRPF. Esta hipótesis es la más extendida entre el sector oficialista.

Otra corriente de opinión, abonada por los críticos, es que Monedero se ha ido por desacuerdo con el rumbo político del partido y, sobre todo, por el sesgo socialdemócrata que propugna un sector de la dirección con Iñigo Errejón a la cabeza. El ex número tres no comparte esa estrategia porque, según dijo, conduciría a Podemos a ser similar a la casta que combate.

Monedero, de todos modos, dejó el trabajo hecho y Podemos presentará la próxima semana el programa electoral que lleva su firma.

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