Empate virtual entre PP y PSOE si se celebrasen ahora unas elecciones generales
Podemos cae en un profundo bache, Ciudadanos se dispara, IU sigue en caída y UPyD casi desaparece del mapa político.
PP y PSOE estarían igualados si se celebraran elecciones generales ahora. Los populares, según el barómetro del CIS presentado ayer, tienen el 25,6% de la intención de votos y los socialistas, el 24,3, una diferencia de 1,3 puntos. El estudio tiene un margen de error de dos puntos, y en demoscopia eso significa empate. El partido gubernamental confirma su tendencia descendente, pierde casi dos puntos respecto al anterior sondeo, mientras que el primer partido de la oposición se recupera y gana dos puntos. Podemos entra en un serio declive y pierde más de siete puntos respecto a enero; todo lo contrario que Ciudadanos, que aumenta ocho puntos y medio su intención de voto.
El cuádruple empate del que hablan algunas encuestas no existe en el amplio estudio del CIS. PP y PSOE mantienen una notable ventaja sobre los dos partidos emergentes, y aunque no llega a las cotas de antaño, el bipartidismo se mantiene con casi el 50% de la intención de voto. Entre Podemos y Ciudadanos suman el 30% y no dinamitan el esquema de la transición de dos fuerzas mayoritarias, aunque propinan un buen mordisco a su capital electoral.
El PP reconoció su retroceso, la única lectura positiva que hicieron sus dirigentes es que se mantiene como primera fuerza, y mostró su preocupación por la tendencia ya que su descenso desde octubre de 2013, cuando acaparó el 34% de la intención de voto, parece imparable. En el último año y medio la caída no ha encontrado freno.
El electorado del PP está en plena desbandada, conforme a los datos del estudio oficial.
El PSOE, por el contrario, muestra cierta recuperación y recoge el 24,3% de las intenciones de voto para las generales, 2,2 puntos más que en el barómetro de enero, y es la primera fuerza en intención de voto directa. Unos números que son engañosos porque su electorado también es muy volátil. Solo la mitad, el 52%, de los que votaron socialista en 2011 lo volvería a hacer ahora. También sufre fugas hacia los partidos emergentes, sobre todo a Podemos, al que votaría el 15,5% de su electorado, y a Ciudadanos, que recoge al 4,5% de los desertores.
Podemos ha comprobado que en política hay más penas que alegrías. Tras su exitoso 23,9% en intención de voto en enero, punto y medio por encima del PSOE y segunda fuerza tras el PP lo que llevó a Pablo Iglesias a reclamar un cara a cara con Rajoy porque su partido era «la alternativa», ha retrocedido hasta el 16,5%. Un respaldo que, de todos modos, no ha tenido ninguna tercera fuerza política. El PCE en sus mejores tiempos se quedó en el entorno del 10%.
Podemos, al igual que Ciudadanos, son partidos sobre todo urbanos. Son la opción con mejores perspectivas electorales en las ciudades de más de un millón de habitantes; por el contrario, su implantación rural es débil.
Ambos partidos además comparten vasos comunicantes. Si Podemos cayó siete puntos largos, Ciudadanos subió ocho puntos al pasar del 5,2% al 13,8% en intención de voto, una escalada solo vista, precisamente, cuando irrumpió el año pasado la formación de Pablo Iglesias. Este comportamiento parece dar la razón a quienes sostienen que Ciudadanos crece a costa del votante moderado de Podemos, que en un principio se sumó a los de Iglesias porque no tenía otra alternativa frente al bipartidismo, pero ahora ha encontrado la puerta naranja de Rivera.
Pero los resultados malos de verdad de la encuesta son para IU y UPyD. La coalición encabezada por Cayo Lara obtiene un 4,8% en intención de voto, casi la mitad del apoyo de hace cuatro años, y el partido que lidera Rosa Díez, el 1,9%, un apoyo con el que es muy probable que se convierta en extraparlamentario después de dos legislaturas con presencia en el Congreso.