La primera vuelta de las generales
Los líderes de los cuatro grandes partidos políticos se han tomado las elecciones de hoy como un ensayo general de las legislativas que se celebrarán a final de año
Votantes en un colegio electoral de León capital esta mañana
No va a poder ver los toros desde la barrer. La cosa va con ellos, y de qué manera. Mariano Rajoy somete hoy al veredicto de 35 millones de ciudadanos, en el caso de las elecciones municipales, y de 19, en las autonómicas, su estrategia anticrisis. Pedro Sánchez comprobará esta noche si el PSOE remonta con su liderazgo y si está en condiciones de plantar cara a su rival interno más poderoso, Susana Díaz. Pablo Iglesias y Albert Rivera sabrán con los resultados en la mano si están en condiciones de romper el bipartidismo en las generales o son un espejismo político.
El PP va a perder votos, y la incógnita radica en comprobar si sufre una hemorragia masiva o una sangría manejable. «Lo de 2011 nos sorprendió a nosotros mismos, gobernamos donde nunca pensamos», comentan estrechos colaboradores del presidente para poner la venda antes de conocer el tamaño de la herida. Del tamaño del agujero puede depender el futuro de Rajoy
Los socialistas, y sobre todo su líder, se lo juegan a todo o nada.
Un resultado que les consolide como segunda fuerza y permita recuperar algunos territorios y ayuntamientos será un éxito. Un nuevo tropiezo con más pérdida territorial puede devolver al PSOE a la casilla de 2011 y a tener que empezar de nuevo, búsqueda de líder incluida.
Podemos y Ciudadanos van a saber con qué fuerza se sentarán en las mesas de negociación que se abrirán desde mañana. Se juegan ser protagonistas o secundarios. Sus líderes, nada modestos en sus ambiciones, sabrán si la Moncloa es territorio vedado o terreno abierto
Los cuatro disputan la primera vuelta de unas elecciones generales inéditas, con cuatro fuerzas en liza de verdad, y en las que el partido mas votado no tiene asegurado gobernar. Los pactos que se fraguarán en las próximas semanas darán una pista de lo que puede pasar a fin de año.
Convocatoria frustrada
La convocatoria del Movimiento 15M para concentrarse de forma silenciosa en la medianoche de hayer en la Puerta del Sol de Madrid, centro neurálgico del colectivo, se conviertió en un acto frustrado en el que la presencia policial y de medios de comunicación se convirtió en la única concentración destacable.
Un total de ocho furgones policiales con sus respectivas dotaciones se habían instalado alrededor de las 22.00 horas del viernes en la entrada a la plaza entre las calles de Alcalá y la Carrera de San Jerónimo. Alrededor de las 23.00 sus efectivos se distribuyeron en esa zona de la Puerta del Sol intentando crear una especie de cordón policial disuasorio e identificando a varias personas que transitaban por el lugar y que se detenían por curiosidad ante el despliegue policial. El Movimiento del 15M había mantenido la convocatoria ante la «absurda» prohibición de este tipo de actos por parte de la Junta Electoral Provincial de Madrid.