León empieza a elegir a 1.667 concejales en las municipales más abiertas

León ha empezado a votar en las municipales más abiertas. Hace un año, muchos leoneses se bañaban en la fuente de Santo Domingo para celebrar la décima Champions del Real Madrid en Lisboa. Hoy, los partidos (y más agrupaciones de electores que nunca) se la juegan en casa. Los candidatos harán banquillo mienras la afición (o la desafección política) decide los resultados en las urnas.

Son las décimas elecciones municipales y las novenas autonómicas desde que se restauró la democracia. Pero se viven con la incertidumbre de una primera vez. Con el bipartidismo tocado, aunque en León hay 56 ayuntamientos (26,5%) en los que sólo concurren PP y PSOE, las miradas están puestas en el efecto de las nuevas formaciones políticas en las urnas.

La hegemonía del azul y rojo sobre el mapa político parece llegar a su fin. Pero quizá no tanto. El cambio, palabra amuleto de la campaña electoral, se notará en una mayor pluralidad en las corporaciones locales, al menos en esas tres de cada cuatro con más de dos candidaturas. Serán los municipios más grandes los que decidan hasta dónde llega el cambio, si lo hay.

Podemos a nivel estatal y autonómico, Ciudadanos también a escala local, la coalición de Izquierda Unida con Los Verdes de León y Castilla y Se puede Ganar y diferentes colectivos ciudadanos que han dado como resultado desde León en Común, en la capital, a Quintana en Común, por citar un pueblo pequeño.

Las versiones locales de Podemos en forma de agrupación de electores como León Despierta, la marea naranja de Ciudadanos y la incógnita que se cierne sobre un leonesismo, que tras el auge de los años 90 ha ido perdiendo fuelle en las últimas convocatorias electorales, son algunas claves para el Ayuntamiento de León con 15 candidaturas en liza por las 27 concejalías.

De los 400.969 residentes que tienen derecho a votar en las elecciones municipales —3.181 menos que hace cuatro años— 17.386 jóvenes son electores por primera vez en unos comicios locales. Sus votos serán decisivos para algunas de las nuevas formaciones políticas, pero además se espera un movimiento importante en el voto de los electores entre 30 y 50 años, mientras que los mayores de 60 parecen los más fieles al statu quo actual. ¿Qué pasará en las cuencas mineras? ¿Y en el sur de León? ¿Qué efecto tendrá Coalición por el Bierzo en Ponferrada y su partido? ¿Y los Ciudadanos Rurales Agrupados? La décima se juega en multicolor. El resultado se vestirá de...

Hoy las urnas deciden. Dirán quien tiene más votos. Azules, rojos, naranjas, verdes, morados... Pero la última palabra sobre los gobiernos municipales es posible que la tengan los concejales electos y sus formaciones políticas a partir del lunes. Todo parece indicar que habrá pactos o gobiernos con mayorías simples a expensas de acuerdos puntuales.

Si hay un municipio que puede hablar de pactos es León que sólo ha tenido dos mayorías absolutas en los nueve mandatos democráticos, 1995 y 2011, y ha ensayado todo tipo de gobiernos, hasta tripartitos. Y en cuanto a la pluralidad que se avecina, basta recordar que en 1979 hubo seis fuerzas representadas y otras tantas en 1983. Cuatro hasta 1991 y tres desde 1995 hasta ahora.

Cinco fuerzas hubo en Ponferrada en las primeras elecciones democráticas, aunque la capital del Bierzo ha tenido cinco gobiernos con mayoría absoluta y cuatro con pactos y mayorías simples. San Andrés es uno de los municipios más fragmentados, actualmente cuenta con seis fuerzas (aparte no adscritos) debido a la división del leonesismo.

No hay duda de que esta noche se estrenará una nueva era democrática, heredera de una crisis económica y política y de las movilizaciones del 15-M, movimiento surgido hace cuatro años en una gran manifestación convocada a través de las redes sociales. Es la era de la gente corriente frente a la clase política. Quizá por ello la campaña electoral ha sido una de las más atípicas que se han vivido en las dos últimas décadas de auge del márketing electoral.

El tirón de los candidatos está en el aire. Ya en los últimos comicios quedó en evidencia el impacto de la tendencia nacional, agudizado por la situación de crisis. Lo mismo que en los anteriores del 2007 hubo un efecto Zapatero en los resultados de León. Hoy se verá el impacto de las candidaturas ciudadanas y partidos de nuevo cuño que intentan atrapar en las urnas el descontento y la desilusión con la hegemonía de los grandes.

El 24-M marcará un hito en la pluralidad municipal y autonómica si las encuestas se acercan a los resultados definitivos de las urnas. Y obligará a aprender a hacer política de otra manera. A los que están porque arrastran una cultura democrática paternalista y a los que se estrenen porque tienen que aprender y probar si son capaces de llevar a la práctica la democracia y gestión que prometen.

Una nueva generación está a las puertas de las instituciones, no tanto por edad como por el peso de una realidad marcada por la recesión. La transparencia es una de sus palabras mágicas junto con la mano tendida a los ciudadanos. Parece idílico. Hoy todo será real,

En la provincia todo, o casi, está por decidir —el PP tiene seguros 9 municipios pequeños — pero lo que pase en los grandes (León con su área metropolitana y principalmente San Andrés y Villaquilambre y Ponferrada) y en las cabeceras de comarca (Astorga, La Bañeza, Villablino; Bembibre, Cistierna, Valencia de Don Juan) decidirá también el poder provincial, la Diputación, de anacrónica elección indirecta, y que ha vivido en una balsa de estabilidad con mayorías absolutas durante los últimos 24 años, 20 en manos del PP.

En el Bierzo, los resultados de las elecciones municipales repercuten también en la composición del Consejo Comarcal, reducida a 27 miembros desde la última reforma. Es la única comarca con estatus propio y asamblea de representantes en Castilla y León.

Las elecciones municipales y autonómicas son unas primarias de las generales, sobre todo en lugares clave como Madrid, Barcelona, Valencia. También León es clave para Castilla y León, donde el PP se juega una mayoría absoluta prolongada durante 24 años aunque gobierna desde hace 28. 46.000 emigrantes pueden votar sólo a las Cortes autonómicas. La décima y la novena la juegan la afición.