Diario de León

Juan Martínez Majo candidato del PP a la presidencia de la diputación

«Espero, deseo y pido a Dios que nunca más haya un caso de corrupción en la Diputación»

Martínez Majo, en el último mitin de la campaña en León.

Martínez Majo, en el último mitin de la campaña en León.

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León

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Veinte años como alcalde de Valencia de Don Juan, a los que ahora añade otros cuatro tras sumar una nueva mayoría absoluta. Juan Martínez Majo (51 años) vuelve a la Diputación, donde ya ocupó un escaño durante tres mandatos con otros tantos presidentes, y regresa para presidirla. Abogado, tiene un asesoría fiscal, contable y laboral en Coyanza, donde vive. Es padre de tres hijos.

—Usted es el único dirigente del PP leonés, aspirante a presidir una institución relevante, que puede presumir de un resultado positivo frente a la pérdida de votos y mayorías de su partido en la provincia y el sabor amargo de la noche electoral.

—Sí se puede decir así. Como presidente comarcal de la zona sur del partido judicial de León, con 41 municipios, también tengo que decir que la zona ha respondido plenamente. Ha cosechado los mejores resultados para el PP en la provincia. Para mí la noche electoral fue agridulce, esperábamos un poco más en la ciudad, aunque salvamos la Diputación: un triunfo muy importante porque no hay que olvidar que atiende a 208 municipios. Soy muy creyente de las diputaciones y Rajoy también, lo digo porque habrá que hablar con el Gobierno para reorganizar el papel de las instituciones provinciales y conseguir que las nuevas competencias tengan un periodo transitorio a la hora de su aplicación.

—Ha comentado que lograr la presidencia de la Diputación supone un reto personal, ¿es la meta en su trayectoria política?

—Hombre, yo cuando fui vicepresidente primero con García-Prieto estuve encantado a sus órdenes, pero tengo que confesar que llegar a dirigir la institución es un logro que quería conseguir. Hoy por hoy prefiero presidir la Diputación que ser consejero de la Junta; lo veo como algo más cercano, un reto. Me he complicado la vida, pero prefiero no fallar a mis vecinos de Valencia de Don Juan que ir agazapado en otra lista. Los coyantinos pueden contar conmigo durante estos cuatro años; no les fallaré.

—Su primer mensaje tras conocer que podrá gobernar la institución provincial fue el de la renovación, la necesidad de que entre aire fresco en el Palacio de los Guzmanes, ¿en qué se van a traducir sus palabras?

—Sí, apuesto por mucha renovación. Quiero que las puertas estén abiertas de par en par, se acabó que la Diputación sea un departamento estanco. Los diputados del equipo de gobierno tendrán que tener sus teléfonos a disposición de todos diez horas al día. Tiene que ser la casa de todos los alcaldes de la provincia, que vuelvan a estar llenos los bancos y las sillas del Palacio de los Guzmanes.

—¿Cuáles cree que son los desafíos de estos cuatro años de nuevo mandato?

—Lo primero que voy a hacer es visitar varias diputaciones de la Comunidad para ver cómo funcionan. Quiero cambiar ciertos esquemas de funcionamiento en la de León con la colaboración de los funcionarios y trabajadores. Pretendo involucrar a todos en el cambio, creo que existen estructuras anquilosadas y para atender a los ayuntamientos, que es nuestra principal misión, son precisos ciertos cambios. Lo más cercano debe ser el área de Cooperación y a los servicios sociales hay que darles una vuelta. Escucharé a las personas de dentro para que me expliquen sus ideas, ellos saben lo que se puede cambiar. Tendremos que ver las nuevas competencias que nos vienen y garantizarnos que cuentan con financiación.

—La corrupción destapada por la operación Púnica en la Diputación puso en jaque la credibilidad y transparencia de la institución, ¿qué mecanismos pondrá en marcha para evitar que se puedan repetir estos sucesos?

—Sobre todo transparencia, primero procedimientos legales y ágiles en los que quiero favorecer a las empresas de León. Pretendo que la mesa de contratación sea más plural, con más presencia de representantes políticos, siempre con voz pero sin voto. La oposición tiene que ver lo que hay para evitar que luego haya jugarretas. Espero, deseo y pido a Dios que nunca más ocurra nada de corrupción en la Diputación, por mi parte eso está garantizado. Debemos limpiar las estructuras, que están anquilosadas y un poco personalizadas.

—Y con la oposición, ¿tenderá su mano a pesar de la mayoría absoluta?

—Tenderé la mano desde el mismo instante en que tome posesión como presidente y la tendré tendida todo el mandato para dialogar y hablar de lo divino y de lo humano. Quiero que nos reúnamos una vez al mes para hablar, llegar a consensos en temas esenciales...

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