Diario de León

Las urnas arrojan 41 pactos de gobierno en la provincia

Las elecciones dan representantes a 40 fuerzas políticas y obligan a llegar a acuerdos en la quinta parte de los municipios. Los nuevos partidos y la irrupción de un buen número de agrupaciones electorales no logran menguan en algo a los grandes, pero no les desbancan. El fin del bipartidismo llega sobre todo a los núcleos más poblados, en unas elecciones que han repartido los 1.661 concejales de León entre 40 fuerzas políticas, frente a las 22 que lograron representación hace cuatro años

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El final del recuento de los votos no significa necesariamente que los candidatos guarden la calculadora. En los ayuntamientos en los que ninguno de los contendientes ha conseguido mayoría absoluta es más necesaria que nunca para pactar, para añadir de un programa y restar del otro hasta alcanzar el deseado pacto de gobernabilidad.

En una provincia que elige 1.661 concejales de los que saldrán por elección indirecta 211 alcaldes, en 41 municipios los partidos que han obtenido representación tendrán que ponerse de acuerdo para otorgar el bastón de mando a uno de los candidatos, siempre que la fuerza más votada no se sienta con la capacidad suficiente para llegar a 2019 sin compañero de viaje, sorteando posibles mociones de censura y cuestiones de confianza.

La iniciativa en las negociaciones corresponde al PP como ganador en los 25 municipios en los que ha obtenido mayoría relativa, mientras que el PSOE debe proponer acuerdos en otros 12 y Coalición por el Bierzo (CB), Ciudadanos Rurales Agrupados (CRA), Agrupación de Electores Independientes de Valderrueda (Adei) y Zotes en Común deberán hacerlo en un municipio cada uno.

La fragmentación del voto y el aumento del número de las candidaturas es más acusado en los núcleos más poblados de la provincia —León, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo y Villaquilambre, como principales ejemplos—, en los que también se han presentado más candidaturas. Así las más de 50 de esta convocatoria contrastan con las 34 de las municipales de 2011.

Las fuerzas políticas emergentes se llevan ocho alcaldías. Sin embargo, ninguna corresponde a las ‘marcas blancas’ de Podemos y sólo dos a partidos políticos, el CB en Balboa y el CRA en Valderrey. Las otras seis se las llevan agrupaciones de electores y, aunque Ciudadanos irrumpe como tercera fuerza política de la provincia, desbancando a la UPL, no obtiene mayoría absoluta o relativa en ningún municipio. Algo muy parecido le sucede a Izquierda Unida, que suma más votos que en las locales pasadas, pero la mayoría de los votos sólo en Zotes del Páramo. Aunque sea por un estrecho margen, tiene opción de gobernar, con los permite el PSOE.

El color del ganador ha cambiado en esta consulta en 46 municipios de la provincia. El PP pierde los laureles en 29 ayuntamientos: 22 los cede a los socialistas. Le sigue el PSOE, que pierde 15: 5 en favor de su principal rival, con Astorga como el caso más sonado, mientras que siete los entrega a la UPL por la ruptura de relaciones con la Ugal-UPA de Matías Llorente). A la UPL, los electores le han castigado en dos términos conquistados hace cuatro años. El cambio de partido más votado beneficia en diez casos a listas independientes, que rompen el bipartidismo.

En el cómputo global de concejales, 742 concejales corresponden al PP, 570, al PSOE; 128 ha logrado la UPL, 50 son de IU y de las coaliciones que ha formado con el apellido ‘en Común’; 38 ha ganado el CB, 35, Ciudadanos y el nuevo CRA —casi una escisión del PSOE— ha obtenido 21. A partir de este último, la cifra de representantes baja a un guarismo para 33 formaciones. En total, los 1.661 concejales de la provincia se han repartido entre 40 fuerzas políticas —partidos y agrupaciones de electores—, frente a las 22 que obtuvieron al menos un edil en las locales anteriores.

La hegemonía que mantienen el PP y el PSOE no significa, sin embargo, su presencia en toda la provincia. En 43 municipios uno de los grandes partidos se queda fuera de la corporación, con más ausencias del PSOE, en 36 consistorios, que del PP, en 7. El fenómeno no se produce siempre porque no hayan sido capaces de formar una candidatura.

En once municipios los grandes son la única fuerza presente. Así ocurre en San Adrían del Valle, Castilfalé, Escobar de Campos, Gusendos de los Oteros, Molinaseca, Valdemora y Valdesamario, donde del único color es el azul, frente al rojo que tiñe por entero la tarta en Vegacervera, Castrillo de Cabrera y Peranzanes. Bien es cierto que en los populares Castilfalé, Escobar y Valdemora sólo hay en juego un representante.

En ningún Ayuntamiento de la provincia se ha producido un empate a votos entre listas, hecho que obliga a sortear la alcaldía. Pero la igualdad en número de concejales es pura en Soto de la Vega, donde PSOE, PP y CRA se reparten 9 asientos, los mismos que Santovenia de la Valdoncina distribuye entre PSOE, PP y UPL.

En otros nueve municipios igualan el número de ediles los partidos más votados, aunque en estos una tercera o cuarta candidatura puede inclinar la balanza en función de las negociaciones.

* Una información elaborada por Alberto Domingo, María Carnero, Juan Carlos Franco y Maite Rabanillo

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