Ada Colau abandona la ambigüedad y será «aliada real» del proceso soberanista
Esquerra le pide un compromiso con la independencia para entrar a su gobierno.
La previsible futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, salió ayer de su calculada ambigüedad y dio su apoyo al proceso soberanista. A pesar de que una parte del mundo independentista, sobre todo CiU, mira con recelo a la coalición Barcelona en Comú, a la que considera contraria al proyecto secesionista, en plena negociación con Esquerra para formar un gobierno municipal Colau quiso lanzar un mensaje tranquilizador para el soberanismo. «No solo no pondremos palos en las ruedas sino que seremos un aliado real», afirmó en TV-3. «Damos pleno apoyo al proceso», añadió.
Aún está por ver si el posicionamiento de Colau es solo táctico, para favorecer las negociaciones con Esquerra, o si la reivindicación soberanista también formará parte de su acción de gobierno. Las dudas se resolverán pronto, ya que en cuanto se constituya el nuevo ejecutivo municipal, ERC y la CUP promoverán una votación para pedir el ingreso de Barcelona en la Asociación de Municipios por la Independencia -CiU no pudo en el anterior mandato porque dependía de PP y PSC- y los 11 concejales de Barcelona en Comú tendrán que retratarse. De momento, la alcaldable de la candidatura de unidad popular en la que participa Podemos se moja por el derecho a decidir, pero no es tan explícita en el apoyo a la independencia como le pide Esquerra para entrar al ejecutivo local. ERC le exige un compromiso con la secesión como línea roja, pero ella replica que su compromiso es con el derecho a decidir y que está dispuesta a gobernar sola si no encuentra socios estables.
Más allá del asunto soberanista, Colau empieza a desgranar su programa. Eliminará los coches oficiales, parará la construcción de centros comerciales y hoteles, sancionará a los bancos que mantengan pisos vacíos y renovará el acuerdo con el congreso de móviles. Lo que no olvidará es su activismo social. Hoy fue un ejemplo. El juez ordenó el desalojo de los huelguistas que permanecen encerrados en la sede de Telefónica de Barcelona y la futura alcaldesa se unió a ellos.