Rajoy contacta con los barones en un intento de acallar el ruido interno

«Serenidad y prudencia» es lo que la vicepresidenta demandó ayer a los barones del PP. Se lo pidió a la Junta de Castilla y León, tras la solicitud de dimisión al ministro de Industria. Un movimiento poco «oportuno» e injustificado, a juicio de Soraya Sáenz de Santamaría. Pero extendió el mensaje también al resto de organizaciones territoriales del partido, que tras el 24M no han ocultado su malestar con la dirección nacional y con el Ejecutivo, al que culpan de la pérdida de gobiernos autonómicos y ciudades. «Uno tiene que ser consciente de los resultados, evaluarlos, analizarlos y adoptar medidas», admitió la número dos del Gobierno, que emplazó, sin embargo, a «todos», sin excepción, a realizar una «reflexión serena» antes de ver qué puede hacerse para «reforzar las actuaciones» del Ejecutivo y el PP.

En el abanico de posibilidades, los populares entienden que Mariano Rajoy introducirá cambios tanto en los ministerios como en el partido. De ahí que la visita discreta a La Moncloa de la presidenta en funciones de Aragón, que también ha mantenido conversaciones con Sáenz de Santamaría, despertara el jueves todo tipo de rumores sobre su posible incorporación al Gobierno en caso de que el jefe del Ejecutivo opte por la remodelación. Fuentes del entorno de Luisa Fernanda Rudi descartan, sin embargo, tanto el ofrecimiento como la hipótesis de que, a unos meses de las elecciones generales, la dirigente esté dispuesta a sumarse al proyecto en una responsabilidad tan alta cuando sus planes pasan ya por el Senado.

La cita se enmarca en la voluntad expresada por el presidente de reunirse o charlar telefónicamente con sus líderes territoriales para profundizar en las causas del castigo en las urnas y sondear soluciones. Es una de las pocas representantes regionales que, no sólo esta semana en el Comité Ejecutivo Nacional del PP, sino en los últimos meses, ha reclamado a la formación un cambio de rumbo y trabajar por «ilusionar» a los votantes, que no se mueven a golpe de cifras. En definitiva, una vuelta a la política.

El pasado 11 de abril, en la convención para la presentación de los candidatos autonómicos, Rudi enarboló ese discurso. «Debemos saber tomar el pulso a la sociedad y dar respuesta cuando nos piden regeneración democrática, que no es sólo la lucha contra la corrupción, que lo es, sino que exige nuevas formas de hacer política», aseguró entonces. Ese es el mensaje en el que, según fuentes de su entorno, incidió en su encuentro con Rajoy, a quien recuerda la necesidad de recuperar las «ideas fuertes» que integraban el relato político del PP antes de que la crisis económica monopolizara todas las intervenciones.

La vicepresidenta reconoció ayer que el objetivo de este trasiego es «poner a punto» el PP que, en uno de sus peores momentos, se enfrenta a la amenaza de no revalidar en el Gobierno. En el aire queda si la intención de Rajoy es relevar a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que obtuvo el respaldo de los populares en Castilla-La Mancha.

Habrá que esperar para que Rajoy se pronuncie. Pero todo se hará «poco a poco». Es lo que se repite insistentemente desde Moncloa.