Ciudadanos tensa la cuerda con los populares en Murcia y en Granada

Ciudadanos sabe que es la única opción para que los candidatos populares logren la investidura allí donde no consiguieron la mayoría absoluta el 24-M y no piensa regalar su voto. Su principal baza de cara a las generales es presentarse como el partido de la regeneración democrática y se ha propuesto ser inflexible en las negociaciones con la firma de su decálogo anticorrupción y con la exigencia de dimisión de dirigentes imputados.

Si en Madrid las salpicaduras en el Ejecutivo regional por la operación Púnica han ensombrecido las posibilidades de Cristina Cifuentes, la formación de Albert Rivera comunicó ayer a los populares murcianos que votará ‘no’ a la investidura de su candidato a presidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez, salvo que obliguen a dimitir al delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, al ex alcalde de Murcia Miguel Ángel Cámara y a la alcaldesa de Fuente Álamo, María Antonia Conesa, los tres imputados en causas por delitos de corrupción urbanística. No volverán a sentarse en la mesa de negociación salvo que acepten las dimisiones. El candidato popular solo logrará la investidura si Ciudadanos se abstiene.

Nuevos contactos

No sólo han paralizado las negociaciones con los populares sino que han abierto contactos con el PSOE para una posible investidura alternativa que, en este caso, para ser factible, debería contar también con el apoyo de Podemos.

Una situación prácticamente idéntica se ha dado en Granada, donde el candidato popular a investirse alcalde por cuarta vez, José Torres Hurtado, no tiene posibilidad alguna de lograrlo. Su única opción es Ciudadanos y el partido de Rivera, de hecho, ha puesto como condición para convertir a un popular en alcalde que Torres Hurtado renuncie al cargo. No está imputado, pero consideran que con él no habrá regeneración municipal. El PP se niega a dejarlo caer y Ciudadanos ya negocia con el candidato socialista, que necesitaría también a Podemos e IU.