Un pleno con las tensiones de la calle y la minería

Hubo un poco de todo. En la bancada del público y en los pasillos también se apreció diversidad o pluralidad en los abucheos y aplausos, repartidos casi de manera proporcional. Todo dependiendo de la afinidad política de los siete grupos con representación.

El pleno de investidura de la nueva corporación de Ponferrada fue de los «calientes», pero tampoco mucho. La Policía Nacional estaba fuera para evitar altercados. Dentro, los de la municipal, para frenar imprevistos.

Desde el público se llegaron a pronunciar frases irrespetuosas. A varios de los presentes no les gustó nada que Ángela Marqués no pactase con Samuel Folgueral, y por eso la primera recibió algún abucheo cuando el presidente de mesa de edad o la secretaria municipal pronunciaba su nombre para la toma de posesión del cargo de concejala. También hubo posicionamientos a la viceversa.

Del público destacó incluso quien se encaró voz en alto con el concejal del PP Tulio García, echándole en cara su Facebook y su postura sobre las procesiones de Semana Santa.

Lo primero que tuvo que escuchar Gloria Merayo nada más ser designada alcaldesa fueron los gritos de la representación minera que, con casco, bombilla encendida y pancarta estaban dentro del salón plenario. Le cantaron la frase «¡Aquí están, estos son, los que arrancan el carbón!». En la pancarta que desplegaron se podía leer «Salvemos las minas» y cuando entraron con ellas fueron recibidos con aplausos y gritos de «¡Aupa la minería!».

No faltaron en la sala otras pancartas como la de los trabajadores de las piscinas de la parte alta de la ciudad, las que gestiona el Campus. Una representación de sus trabajadores pidieron ayuda al Ayuntamiento para que no se pierda el empleo y tuvieron pronta respuesta de la alcaldesa, dado que dijo que será de los primeros asuntos que abordará la próxima semana. Ya fuera del salón de plenos, los primeros en estrenar el despacho de la nueva alcaldesa fue la reunión con los mineros.