La adaptación a los nativos digitales
Sólo cinco colegios de Primaria cuentan con la máxima certificación Tic, con la que Educación avala un uso «excelente» de las nuevas herramientas.
Los niños ya nacen con un aparto digital bajo el brazo y los centros educativos tienen que avanzar para conseguir hacer un buen uso de estas nuevas herramientas en el aula de forma que su utilización les ayude a mejorar en el aprendizaje. La Consejería de Educación convoca cada año las Certificaciones Tic a los colegios e institutos, que pueden concurrir para someterse a un proceso de análisis para verificar la implicación que tienen con las nuevas tecnologías. En León, de la treintena de centros de Primaria que existen tan sólo cinco cuentan con el máximo nivel, el 5, que garantiza una integración total de las tecnologías, en los equipamientos e infraestructuras y que cumplen las fases de renovación; sus planes asumen las TIC como un elemento integrador, logrando mejoras constantes; se proporciona formación continua y asociada y la implicación y conocimiento es muy alto y se aplican a la totalidad de los procesos educativos.
Otros siete colegios más cuenta con el nivel 4 y otros ocho con el nivel 3. Así, una veintena de los centros del municipio de León integran en el aula de una u otra manera las tecnologías, y de estos, una docena son concertados. Los centros que cuentan con el nivel 5 participan en proyectos pioneros en la experimentación de nuevos recursos, investigación y metodología de la aplicación de la tecnología en el aula y la elaboración de materiales multimedia.
Cada centro va por libre y decide si apuesta por la implantación de nuevos métodos y a qué nivel o se mantiene con las herramientas más clásicas. La incorporación de las nuevas tecnologías tiene tanto detractores como apasionados que se dividen en la forma de utilizar estas nuevas herramientas educativas en el aula. Los profesores, a nivel individual, suelen llevar a cabo iniciativas que no trascienden fuera de sus centros o colegios enteros que se vuelcan en la preparación de proyectos para atender la demanda que exigen los nativos digitales.
El salto de las pizarras digitales y los minportátiles han sido la base para muchas de estas iniciativas. En algunos países ya apuestan por dejar atrás las herramientas más analógicas como los cuadernos de papel y los lápices para organizar todo el aprendizaje en el marco de las TIC. Otros, continúan innovando en metodología aunque sin prescindir de los utensilios más tradicionales.