Mas forma un gobierno cien por cien independentista con la vista puesta en el 27S
El presidente de la Generalitat sustituye a los consejeros de Unió en el Gobierno catalán .
Jordi Jané saluda a Artur Mas durante el acto de ayer.
A casi tres meses para las elecciones autonómicas del 27-S, Artur Mas dio ayer a conocer los cambios que ha acometido en su gabinete, todo ellos pensando en la cita electoral de septiembre, que el presidente de la Generalitat plantea como un referéndum de autodeterminación. Mas afirmó que su Gobierno trabajará por la independencia y por que la gente pueda «pronunciarse al respecto», con «todas las consecuencias».
Los cambios en la Generalitat son obligados, después de que los tres consejeros de Unió —Joana Ortega, Ramón Espadaler y Josep Maria Pelegrí— abandonasen la semana pasada el Ejecutivo autonómico horas antes de la ruptura de CiU y del divorcio entre CDC y UDC por culpa de la deriva secesionista de Convergència.
Allanando el camino
Para lo que queda de legislatura (Mas firmará el decreto de convocatoria el 3 de agosto y al Parlamento catalán le quedan solo dos plenos), la crisis de Gobierno podía haber sido meramente técnica, pero Mas ha querido aprovechar la remodelación para preparar el terreno de aquí a los comicios y reforzar los mensajes políticos de campaña.
La nueva vicepresidenta es Neus Munté, que ocupaba, y seguirá conservando, la cartera de Bienestar social y Familia. Munté asume también la portavocía del Gobierno, un cargo que ocupaba Francesc Homs, que se queda solo como consejero de la Presidencia. La diputada convergente Meritxell Borràs coge las riendas de la Consejería de Gobernación, que estaba integrada en la vicepresidencia de Joana Ortega; el diputado en el Congreso Jordi Jané sustituye a Ramón Espadaler en Interior; y Jordi Ciuraneta, empresario agrario y miembro de la cúpula convergente, hace lo propio con Josep María Pelegrí en Agricultura.