Diario de León

Los retos obligados de Atención Primaria

Publicado por
Jesús mencía
León

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E n relación a los retos para los próximos cuatro años en la asistencia sanitaria del Bierzo quisiera hacer unas consideraciones referidas fundamentalmente a la Atención Primaria. De los datos de la actividad asistencial lo llamativo resulta de la observación del detalle. No es lo mismo pasar una única consulta para un cupo de 1.200-1.400 cartillas, que tener una demarcación con 200-400 cartillas distribuidas en seis consultorios. Para el personal de Atención Primaria, más allá de que sea o no suficiente, el problema es que las mejoras que van alcanzando, como por ejemplo el derecho al descanso postguardia, se disfrutan a costa de los propios trabajadores. La atención de los puntos de atención continuada (PAC) supone que, más o menos, 20 médicos y familia y 20 enfermeros descansan cada día laborable. Si no cubrimos esas ausencias eso supone que 20 demarcaciones del Bierzo, cada día, se quedan sin médico y/o enfermero y 20 demarcaciones del Bierzo, cada día, quedan con su médico y/o enfermero sobreempleado, cubriendo las ausencias de los que están disfrutando su descanso de guardia. A esto hay que añadir lo referente a la mínima cobertura de bajas laborales, días de permiso o vacaciones.

A nivel estructural, los retos de los próximos cuatro años podrían considerarse exitosos solo con cubrir los del pasado que no se cumplieron (PAC de Ponferrada nuevo, centro de salud de Bembibre nuevo, acabar la climatización adecuada de todos los centros de Salud...) A esto habría que añadir un plan de mejora o reestructuración para aquellos centros que presentan carencias importantes, caso del Ponferrada II (Pico Tuerto). Resumiendo: el personal puede ser escaso o no pero —en esto caben pocas dudas— está gestionado con objetivos más económicos que asistenciales, trabajan en unos locales que son, en general, muy mejorables y alguno de esos locales no pasarían los estándares de países a los que causamos envidia (¿será porque no conocen lo que hay?).

Respecto a los retos asistenciales, hay mucha preocupación con la gestión clínica, que últimamente se está reorientando —con el interés de la Gerencia Regional de Salud en implantar sus Unidades de Gestión Clínica— a la subversión de los sistemas de incentivación, de desarrollo profesional y de respeto a la regulación de las relaciones laborales, que constituyen una de las mayores fortalezas de un sistema muy bien considerado internacionalmente. Debilitar esas fortalezas solo puede conseguir deteriorar mas su calidad y ¿quizás hacer mas fácil su privatización?. Se está gestionando desde las afinidades políticas en lugar de profesionalizar la gestión. Y ahora pretenden convertirnos a los profesionales sanitarios en gestores con el único objetivo de recortar el gasto. Hay que buscar el refuerzo de lo que está bien establecido, mejorando los sistemas de incentivación y de trabajo, facilitando la integración de los profesionales y disminuyendo la variabilidad, en lugar de crear reinos de taifas que compitan entre sí y que prefieran a un tipo de pacientes, mas ‘rentables’, sobre otros ‘pluripatológicos’.

Otro reto es desarrollar la estrategia de atención al paciente crónico que será muy bueno si realmente se facilita el acceso a la información clínica a todos los implicados en su atención y si se establecen procedimientos claros y bien estructurados, mas allá del voluntarismo o de que «tengo yo allí un amigo que me va a facilitar lo que necesito para Vd.». La coordinación de la Atención Primaria y Especializada va mucho mas allá de establecer una gerencia única. Son dos partes muy diferentes del sistema que precisan desarrollarse plenamente y que tienen que colaborar eficazmente en un mismo objetivo: Curarnos o, por lo menos, hacer más llevadera nuestra enfermedad.

La actualización de la cartera de servicios es otro de los retos fundamentales, incluyendo la implantación de la ecografía en todos los centros de salud y la generalización y desarrollo de la cirugía menor para evitar derivaciones y acortar los tiempos. Por otra parte, es urgente redefinir el sistema de Emergencias para que no se nos sigan muriendo peregrinos ¿por?. Obsérvese el díptico del Código Infarto de la Consejería de Sanidad para detectar las diferencias entre sufrir un infarto de miocardio en Fabero o sufrirlo en Santa María del Páramo (y esto, por desgracia, no es uno de los retos de Forges). En Santa María no corre el reloj, pero en Fabero se te puede hacer tarde muy pronto. Duplicar los efectivos en la atención a una urgencia no significa hacerla más eficaz. Somos capaces de —por no usar podemos— poner un dispositivo en marcha para salvar a nuestros compatriotas en Nepal y no somos capaces de —por no usar podemos— evitar que se nos muera un peregrino de 38 años en Vega de Valcarce. ¿No resulta, como mínimo, frustrante?.

Jesús Mencía es el coordinador provincial de la Federación de Sanidad de CC OO Castilla y León.

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