El estigma de la malnutrición infantil y el auxilio social

Si bien el número de familias bercianas que dependen de colectivos sociales como Cáritas o el Banco de Alimentos del Sil (BAS) para poder alimentarse o hacer frente a los gastos básicos ha dejado de crecer e, incluso, se nota una tendencia a la baja; los hogares en los que perduran los problemas están cada vez peor. Según los últimos datos publicados por Cáritas, el número de personas en situación de pobreza crítica se ha duplicado en el último año, algo que se deja notar de una manera especial en familias numerosas o monoparentales. Por ello preocupa, y mucho, el futuro de los niños, más en fechas como las actuales, cuando el fin de curso lectivo y el parón del comedor escolar impide a muchos menores mantener una alimentación saludable o hacer todas las comidas del día.

Cáritas atiende, auxilia y ayuda actualmente a 589 menores de 15 años. Una cifra escalofriante que lejos de reducirse, aumenta. Los niños son el colectivo peor parado y por eso los colectivos sociales reclaman a las administraciones públicas una ayuda concreta que garantice que estos niños puedan tener acceso a servicios básicos. Entre estos casi 600 menores que cubren su alimentación, se visten o reciben una formación gracias a Cáritas en el Bierzo, hay 80 bebés. 80 recién nacidos a los que se les entrega leche de fórmula gracias la colaboración de Nutribén. También la petición de leche de niño es siempre repetitiva en el seno del Banco de Alimentos del Sil, conscientes de que a día de hoy, en la comarca berciana, es una de las grandes necesidades.

En este contexto y ante la falta de ayudas por parte de la Junta de Castilla y León, han sido los propios ayuntamientos los que han puesto en marcha comedores sociales para el verano. Ponferrada empezó el año pasado en agosto. Durante un mes, 25 niños participaron en un servicio municipal que se prestó en el colegio Navaliegos y supuso un desembolso de 2.800 euros. La idea es volver a activarlo este verano y así lo dejó establecido el anterior equipo de gobierno dirigido por Samuel Folgueral. No obstante, la medida no parece suficiente y la propia administración local sentó las bases de una prestación más amplia extensible también al curso escolar en forma de desayunos sociales, después de que algunos centros detectasen carencias en el seno familiar de algunos alumnos. Este es, por lo tanto, uno de los retos más inmediatos en materia de Bienestar Social.

Ha sido la asociación Gente Solidaria la encargada de elaborar el estudio para la posible puesta en marcha de estos desayunos en algunos colegios de la capital berciana. Según el proyecto redactado, con una inversión de 13.000 euros podrían prestarse este servicio a entre 25 y 30 niños durante 180 días o, lo que es lo mismo, un curso lectivo. Los desayunos solidarios iban a ponerse en marcha en enero de este año, pero terminado el curso no llegaron a aplicarse. Quizás el que viene.