Mas carga contra Ada Colau por paralizar las licencias de hoteles
La alcaldesa también insiste en retirar la subvención al Gran Premio de Fórmula 1.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Los tiempos de cordialidad en la plaza Sant Jaume, en una acera el Palau de la Generalitat y en la otra el Ayuntamiento de Barcelona, han pasado a mejor vida. La Generalitat cargó hoy con dureza contra el anuncio de la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, de congelar la concesión de licencias a establecimientos turísticos durante al menos un año.
La moratoria turística estaba en el programa de Barcelona en Comú, pero aun así el Gobierno catalán apreció en la primera decisión de calado de Colau «tics autoritarios». Es un «error» porque se ha adoptado de forma «precipitada» y «unilateral» por alguien que «tanto habla de participación, diálogo y búsqueda de consensos», afirmó el consejero de Empresa, Felip Puig. «Creemos que es una decisión que puede dar un mensaje internacional de desconcierto y de cambio de orientación en la política turística», señaló. Sus críticas, a las que se unió la oposición de PSC, PP y CiU en el consistorio, hacían referencia a unas declaraciones de Colau, nunca desmentidas, al día siguiente de su victoria en la agencia Bloomberg, en las que invitaba a los turistas a «marcharse» de Barcelona.
Colau paraliza la concesión de licencias a hoteles, apartahoteles, apartamentos turísticos, pensiones, hostales, pisos turísticos y albergues juveniles. Esta suspensión durará un año prorrogable y pretende elaborar un nuevo plan turístico de la ciudad que permita, según la alcaldesa, «preservar la calidad de Barcelona como destino turístico» y al mismo tiempo asegure que esta actividad «no represente ninguna fuente de conflicto con los vecinos».
El anuncio afectará a 30 licencias en trámite, la mayoría hoteles, como el de la emblemática Torre Agbar, la antigua sede catalana del Deutsche Bank o la de Henkel, que apuntaban a hoteles de lujo.
Aunque en principio, el sector que sale peor parado por la moratoria es el hotelero, los empresarios del sector evitaron las críticas contra el plan de Colau y, al menos en público, prefirieron quedarse con el lado positivo, el que permitirá al consistorio combatir con más herramientas los pisos turísticos ilegales.
La alcaldesa también está a punto de abrir otra caja de los truenos si pasa de la reflexión a los hechos y retira la subvención de cuatro millones que entrega el ayuntamiento al circuito de Montmeló, donde se disputan las carreras de Fórmula 1 y de motos. «No nos cargamos nada, los grandes premios mueven mucho dinero y no dependen de estos millones», dijo. Colau considera que en Barcelona hay otros destinos para el dinero más necesitado que un circuito de carreras.
La alcaldesa ya levantó ampollas cuando dio carpetazo a la candidatura de Barcelona para los Juegos Olímpicos de invierno de 2026.