Sánchez se replantea el ‘café para todos’ ante las reticencias internas en el PSOE
El líder de la oposición evita concretar los pormenores de su propuesta.
«Hay otra alternativa integradora y profundamente democrática en la que las aspiraciones de más autonomía no se van a ver frustradas». Esa fue la promesa que hizo Pedro Sánchez a los catalanes en su última visita a Barcelona. El secretario general del PSOE ha decidido hacer de la propuesta de reforma constitucional, ya ‘cocinada’ por su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, su principal apuesta para las autonómicas del próximo 27 de septiembre (y, en parte, también para las generales de noviembre o diciembre). Su mensaje es el de que existe una salida a la crisis catalana que no implica secesión pero tampoco inmovilismo. Ahora bien, los socialistas admiten que tampoco el suyo sería un camino exento de dificultades.
Sánchez tiene que superar, de hecho, un primer escollo en sus propias filas. El pasado 8 de julio el líder del PSOE anunció la puesta en marcha de un comité de expertos constitucionalistas, presidido por el catedrático Gregorio Cámara, para terminar de perfilar la propuesta y plasmarla en el programa electoral. En la práctica, sin embargo, la misma dirección del partido admite que es casi imposible moverse de lo que ya pactó Rubalcaba en julio de 2013 con los barones socialistas en la llamada ‘Declaración de Granada’. Un texto que preconfiguraba un perfeccionamiento del sistema autonómico con la inclusión de elementos propios de estados federales pero en el que no se pudo bajar al detalle.
«Es un documento que permite diecinueve discursos diferentes», dijo gráficamente en su día uno de los firmantes. Esa fue la principal virtud de aquella propuesta, que sirvió para coser la brecha abierta entre socialistas catalanes —por aquel entonces empeñados en defender el derecho de los ciudadanos de su comunidad a decidir sobre la independencia o la permanencia en España— y el resto del PSOE. Pero esa es también su debilidad. «Si Pedro (Sánchez) intenta ir más lejos —avisa uno de los principales implicados en aquel acuerdo— Susana Díaz o incluso Emiliano García-Page, que ahora ya es presidente de la Castilla-La Mancha, pueden romper la baraja». El secretario general de los socialistas, sin embargo, ha dado pasos arriesgados que apuntan hacia un intento de dejar atrás «café para todos».
En los planes iniciales del PSOE estuvo eliminar el artículo 150.2 de la Carta Magna, el que permite al Estado delegar o transferir competencias exclusivas a las comunidades autónomas, pero finalmente en 2013 renunció a proponerlo en aras del consenso. En todo caso, insisten en que la carta Magna debe recoger solo las competencias indelegables del Estado, no como ahora. Para algunos, eso blinda al Estado, para otros favorece a las autonomías.