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La huella de la crisis se perpetúa en los Presupuestos del Gobierno

El pago de la deuda y las prestaciones por desempleo se han duplicado con creces.

Publicado por
D. VAlera | MAdrid
León

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«Se ha confirmado la recuperación económica. Eso es innegable. A esta realidad se le pueden buscar todas las sombras que se quieran, pero es un cambio indiscutible que llega cada vez a más gente». Con estas palabras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, insistió el viernes sobre la fortaleza que aprecia en la economía. Y lo hizo tras aprobar el Consejo de Ministros los Presupuestos del Estado para 2016. Sin embargo, una crisis tan profunda como la desatada en 2008 conlleva consecuencias que se prolongan.

El gasto en desempleo y en los intereses de la deuda son las profundas huellas que ha dejado en las sucesivas cuentas públicas de los últimos años. Y las cuentas públicas para el año próximo no serán una excepción. De hecho, durante la legislatura de Rajoy los recursos destinados a ambas partidas supusieron casi la mitad de los gastos del Estado, más del doble de lo que representaban antes del estallido de la crisis.

En 2007 España crecía al 3,8% gracias, en gran medida, a la burbuja inmobiliaria. La deuda pública apenas representaba el 35,5% del Producto Interior Bruto (PIB) y, algo imposible de imaginar ahora, cerró el año con un superávit del 2%. Con todo ello, las prestaciones por desempleo apenas supusieron el 10,1% del gasto estatal. Y los intereses de la deuda un moderado 11,1%. En total, sumaban una quinta parte de los gastos.

El gran cambio

Sin embargo, en 2008 la situación cambió, el paro y la deuda pública se triplicaron y esos dos bloques absorbieron la mayor parte de los recursos presupuestarios para hacer frente a la delicada situación. Un escenario que se perpetúa desde entonces. De hecho, en la presente legislatura han bordeado, e incluso superado, la mitad del gasto.

En los Presupuestos de 2012, los primeros que sacó adelante Rajoy, la deuda pública se había disparado al 84% del PIB y afrontar esos costes supuso tener que destinar 28.848 millones de euros al pago de intereses, un 24,3% del límite del gasto del Estado. Por su parte, las prestaciones por desempleo alcanzaron los 28.808 millones, otro 24,3% del gasto total. De esta forma ambas partidas sumaron un 48,6% de los recursos disponibles del Estado.

Sin embargo el récord se alcanzó en las cuentas públicas de 2013 cuando ambas partidas representaron un 51,7% del límite de gasto del Estado. Este incremento tuvo como principal responsable la subida de la deuda pública, que alcanzó un 92,1% del PIB. Pero el problema no fue solo su mayor volumen, sino los elevados tipos a los que España se financió en aquellas fechas.