Rajoy ratifica a Fernández Díaz y da por zanjada la polémica por su cita con Rato
El ministro justifica la reunión por las amenazas que sufría el ex presidente de Bankia.
El Gobierno dio ayer por zanjada la polémica surgida a raíz de que se diera a conocer la reunión que Jorge Fernández Díaz mantuvo con Rodrigo Rato el pasado 29 de julio en el despacho oficial del primero.
Antes incluso de la conclusión de la comparecencia del ministro en el Congreso, Mariano Rajoy hizo un alto en sus vacaciones en su Galicia natal para comparecer ante los medios con el fin de ratificar su confianza en el titular de Interior. Según manifestó el jefe del Ejecutivo, el ministro «ha dado explicaciones donde las tenía que dar, en el Parlamento, además, ha dado explicaciones de una manera rápida e inmediata». Y mientras Fernández Díaz encajaba como podía las críticas de toda la oposición en la Cámara baja, el presidente cargó contra el PSOE por haber presentado contra su ministro una querella por prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos un día antes de que ofreciera explicaciones públicas. «No se puede ir así por la vida», criticó Rajoy antes de achacar la decisión a Pedro Sánchez y calificarla de «insensata».
Fernández Díaz también se mostró muy duro con los socialistas durante su intervención en el Congreso. Les acusó de presentar contra él unas acusaciones insostenibles y «propias del código penal de Corea del Norte», además de carecer de sentido de Estado por obligarle a revelar en público materias que afectan a la seguridad del Estado.
Sobre el presidente
Antes de criticar al PSOE, Fernández Díaz desvinculó a Rajoy de la polémica. Aclaró que el presidente del Gobierno no tuvo conocimiento de la cita hasta que fue revelada por un medio de comunicación el pasado 8 de agosto. Ese día, el ministro telefoneó al jefe del Ejecutivo por iniciativa propia para detallarle el contenido de la conversación con Rato.
A lo largo de su comparecencia Fernández Díaz se esforzó por justificar el encuentro con el ex vicepresidente, imputado por fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. El ministro insistió en que se trató de una reunión legal y éticamente irreprochable, celebrada con luz y taquígrafos y sobre un tema de carácter personal. Añadió que recibió a Rato en el cumplimiento de sus funciones al frente de Interior. «Entendí que era mi deber realizar ese encuentro», alegó el ministro.
El responsable de Interior se quejó varias veces de que la oposición no le brinde «ni si quiera un mínimo margen de confianza». Así, denunció haber sido víctima de «manipulaciones sesgadas» que «han llevado a algunos a afirmar que la reunión tuvo como objetivo interferir en la Justicia». Lejos de eso, el ministro aseguró que Rato le solicitó la entrevista debido a «una preocupación fundada» por su seguridad personal y la de su familia. A modo de prueba de esa amenaza Fernández Díaz citó 400 mensajes de Twitter contra el ex ministro de Economía y sus allegados.
El titular del Interior recordó que, en su condición de ex vicepresidente, Rato tiene un servicio de protección que corre a cargo de Interior. Según continuó, el también ex director gerente del Fondo Monetario Internacional quiso trasladarle en persona su inquietud ante la posibilidad de que su nivel de escolta fuese rebajado justo en un momento en el que se siente especialmente amenazado.
Durante la reunión no se habló sobre la situación procesal del ex vicepresidente ni de las investigaciones policiales de las que es objeto, mantuvo Fernández Díaz, que concluyó que «lo que le pase al señor Rato con la Justicia no es de mi incumbencia, pero su seguridad sí lo es». No obstante la versión del titular del Interior contrasta con la ofrecida por el propio Rato. «Hablamos de muchos temas, como de Cataluña y otras cuestiones, además de todo lo que me está pasando», manifestó el ex vicepresidente tras estallar el escándalo.