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Rumanía someterá al polígrafo al amigo de Morate porque sospecha que miente

Los investigadores ven indicios de que Istvan Horvath ocultó al presunto asesino.

Istvan Horvath, el amigo rumano de Sergio Morate.

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A. Torices | Madrid
León

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La Fiscalía rumana está convencida de que Istvan Horvath, el ciudadano de ese país que ocultó durante dos días en un apartamento de Lugoj a Sergio Morate, el presunto asesino de Marina Okarynska y Laura del Hoyo, miente y que dio cobijo a su amigo pese a saber que se trataba de un prófugo de la justicia española.

El fiscal del caso, Dan Tatar, se reafirmó en sus sospechas ayer tras concluir el careo con el que enfrentó a Horvath y a Morate, por lo que tiene previsto someter en las próximas horas al rumano, que está libre pero imputado por encubrimiento de un crimen, al polígrafo, la conocida como ‘máquina de la verdad’.

Con el mismo objetivo, Tatar, según informa Efe, ya ha solictado al juez local que le autorice a investigar las tarjetas del teléfono móvil de Horvath y de su esposa para comprobar el tenor literal de los mensajes de texto que, según reconoce el propio imputado, se intercambió con Morate entre el día siguiente a las muertes de las jóvenes, ocurridas el 6 de agosto, y el lunes 10 de agosto, cuando ambos se encontraron en Hungría, después de que el español le solicitase ayuda para poder llegar hasta Rumanía.

Plena consciencia

El fiscal desbrozó ayer varios indicios que apuntan a que Horvath era consciente de que estaba ayudando a un criminal. Considera que es muy sospechoso que el rumano tuviese que ir a buscarlo hasta Hungría y cree que la razón del desplazamiento fue que lo guió por carreras secundarias para llegar hasta el escondite de Lugoj eludiendo los controles. También le parece muy sospechoso que este hombre corriese con los 200 euros de gastos para alquilarle un apartamento.

Horvath, por su parte, volvió ayer a dar una rueda de prensa al término del careo en la que reafirmó su inocencia. Aseguró que no sabía nada de lo que había ocurrido en España y que no creyó a Morate cuando le dijo que había matado a su ex novia Marina porque era un fanfarrón.

«No tuve nada que ver con nadie, ni he estado ocultando a nadie», indicó, antes de proclamar: «En mi casa no entra ningún asesino, aunque fuera mi hermano no intentaría esconderlo».

Según mantuvo, el presunto homicida reconoció que su amigo no tenía nada que ver con los crímenes y admitió que no sabía que estaba huyendo. Él, añadió, pensaba que Morate había hecho el viaje a Rumanía para convertirse en el padrino de su hijo. Las exculpaciones al rumano en el careo fueron confirmadas por el fiscal.

Pese a ello, Horvath, que deseo que Morate «pague por lo suyo», indicó que no ha visto arrepentimiento alguno en su ex colega de prisión por los crímenes. «He visto a Sergio normal, indiferente, inconsciente, no ha soltado ni una lágrima».