Unió pretende heredar el legado pactista de CiU

El resultado del 27-S es toda una incógnita para Unió Democrática de Catalunya, que concurre en solitario por primera vez a unas elecciones en sus más de 80 años de vida. Las encuestas le dan entre dos y ocho escaños, cuando hasta ahora tenía trece en la federación de CiU. Sus opciones dependen de lo que radicalice y vire hacia la izquierda la campaña de la lista de Artur Mas. Esa deriva dejaría el flanco derecho y moderado expedito para Unió.

El partido que aún lidera Josep Antoni Duran Lleida, tras romper su matrimonio de más de 35 años con Convergència, espera a heredar el legado pactista de CiU, el papel de formación responsable que trata de mantener el diálogo y los puentes entre Cataluña y el resto de España. Un día después de que Duran Lleida se reuniera, por separado, con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, el candidato de Unió, Ramón Espadaler, descartó ayer que el PP vaya a poner sobre la mesa una oferta para Cataluña antes de las elecciones, pero sí «exigió» a PP y PSOE que hagan algún movimiento tras los comicios.