Rajoy pide a la "Catalunya silenciada" que vote el 27-S "para poner fin a la pesadilla"

Mariano Rajoy y Xavier García Albiol han ofrecido este domingo en el barrio de Llefià de Badalona el mitin más multitudinario de la campaña popular de las elecciones al Parlament del 27-S. Arropado por más de 3.000 personas --y tras hacer un paseíllo en el que ha saludado a decenas de simpatizantes mientras sonaba el 'Bailando' de Enrique Iglesias ("yo quiero estar contigo, vivir contigo...") en lugar de la sintonía del partido--, el líder del PP ha acusado a Artur Mas de tener como único balance de gobierno la "división" de la sociedad catalana y ha vuelto a hacer una encendida apelación al voto a "la Catalunya silenciosa y silenciada" para "poner fin a la pesadilla".

Los populares echarán el resto en la recta final de campaña para tratar de movilizar al electorado no soberanista que habitualmente no acude a votar en las elecciones al Parlament. Todas las encuestas que manejan apuntan que los independentistas están hiperactivados mientras que la apatía es mucho mayor en los contrarios a la secesión. A estos últimos les ha lanzado Rajoy un llamamiento tras otro. "Ya no se puede seguir en silencio. Hay que votar para que nadie te imponga en qué consiste ser un buen catalán; para que nadie te imponga cómo tienes que vivir", ha proclamado Rajoy. Hay que formar un Govern que se dedique a resolver los "problemas reales" de la gente y no a "engañar" con "ensoñaciones", ha agregado.

 

"ENVENENAR LA CONVIVENCIA"

Con un tono más elevado que en anteriores ocasiones, el jefe del Ejecutivo conservador ha subrayado que el Govern de CDC no puede hacer balance de gestión porque solo ha sido muy efectivo "a la hora de dividir, inventarse un problema donde no lo había y envenenar la convivencia" de los catalanes.

Además, Rajoy se mostrado abierto a "retomar el diálogo", pero ha advertido de que para que esto se produzca es totalmente necesario "que se vayan los que solo han querido imponer". Enésimo ataque a Mas, al que el líder del PP ha acusado de convertirse en "una fábrica de extranjeros" al querer separar a Catalunya de España. "Y también de Europa", porque el presidente popular también se ha agarrado a las advertencias de los líderes mundiales y empresariales sobre las consecuencias de la independencia tanto a nivel político como económico y social. "Lo que está ocurriendo aquí no es de recibo, que digan la verdad a la gente", ha propinado en uno de los momentos que más han caldeado el ambiente.

Aprovechando que estaba en la tercera ciudad más poblada de Catalunya y principal bastión de Albiol (fue el más votado en las pasadas elecciones municipales pero perdió la alcaldía por un pacto de las izquierdas), Rajoy también ha vuelto a reiterar las críticas a los socialistas por haber permitido que la CUP se hiciera con el mando del consistorio. "Han preferido votar a un partido independentista y radical en contra de la inmensa de la mayoría de vecinos de la ciudad", ha espetado. "¿Puede uno fiarse de un partido que vota a otro que retira la bandera española del ayuntamiento? "El partido socialista no es la solución, se ha convertido en parte del programa (aunque quería decir problema)", ha rematado.

 

ALBIOL Y LOS TRENES CARGADOS POR FRANCO

En su discurso previo, Albiol ha reiterado las críticas a los socialistas por apartarle de la alcaldía y ha asegurado que seguirá comprometido con Badalona, donde ha presumido de su gestión. En la tónica de toda su campaña, ha incidido en el origen del resto de España de tantas personas que viven en el área metropolitana de Barcelona. El resultado definitivo del 27-S se juega en esa zona y por eso el candidato conservador no deja de reclamar el voto a "los catalanes de adopción" que no quieren perder los lazos con los pueblos donde viven sus familiares. Su participación es clave.

De nuevo, Albiol ha vuelto a reiterar que una candidata de Junts pel Sí (Montserrat Carulla) ha asegurado que los inmigrantes extremeños, gallegos, andaluces... llegaron "en trenes cargados por Franco para diluir la identidad catalana". "Mi padre vino aquí a trabajar y ayudar a levantar el país", ha proclamado el aspirante conservador entre aplausos. A renglón seguido, ha cogido una bandera con las enseñas catalana y española y un corazón en medio y ha proclamado con una nueva ovación que nadie podrá arrebatarle esos sentimientos.