«Ha sido un visto y no visto»

Una larga cola alborotada y expectante despertaba antes del alba la estación de la capital. A las 7.00 partía el primer tren de alta velocidad comercial con destino a Madrid y 193 viajeros traspasaron disciplinados el control de billetes en los momentos previos. En los paneles electrónicos destacaba el enlace AVE con la capital del país y las cámaras de los móviles comenzaron a captar imágenes del histórico momento, también ‘selfies’ con el nuevo tren y su característico ‘morro de pato’.

En la vía 4 esperaba el AVE 112, con sus doce vagones y 365 plazas, mientras una azafata daba la bienvenida al nuevo servicio en alta velocidad con un obsequio para todos los viajeros. El tren 4078 comenzaba su trayecto, eran las 7.00.

A bordo, hombres y mujeres rumbo a su trabajo, reuniones, encuentros, congresos y viajes profesionales con otras conexiones (aéreas o en ferrocarriles). Un pasaje fundamentalmente profesional, con asientos también ocupados por viajes de ocio camino de aplazadas vacaciones veraniegas o escapadas de unas horas para estrenar el AVE de León. Por megafonía, en español e inglés, mensaje de bienvenida al primer tren de la nueva era y en las pantallas ya anunciada la película Samba. Como tripulación: maquinista, supervisor y tres azafatas

Ya en Palencia, 41 minutos después, se sumaron otros 50 viajeros y en Valladolid, a las 8.07, 73 más. Leoneses tenían también parada en estas dos ciudades castellanas.

«Preferimos viajar para ir a trabajar que vivir en Valladolid»

Entre los grupos más animados, un vagón con trabajadores de distintas administraciones, leoneses con empleo en la capital palentina y en la ciudad del Pisuerga. Celebran con roscas de San Froilán su primer viaje en AVE desde León. Y festejan que desde ahora pueden dormir una hora más, ya que no tienen que viajar en el Intercity de las 6.15 horas para llegar tiempo a su trabajo. «Llevamos hablando días por ‘whatsapp’ entre nosotros, llevamos esperando mucho por la alta velocidad», comentan entre sí Fran, Eva, Alicia y José Manuel. Esperan los bonos AVE para ahorrarse un 35% en cada viaje. «Nos compensa volver a casa todos los días, marca la diferencia entre vivir en el Reino o en el polígono industrial de León», bromean. «Dejaremos de hacer sudokus para cuadrar horarios y precios, tren y autobús, dependiendo del día y la temporada». Como media, pueden llegar a gastarse al mes alrededor de 500 euros. «Nos compensa, no queremos dejar de vivir en León», aseveran todos sin dudarlo, mientras siguen celebrando con júbilo su primer viaje en AVE. Saben que lo recordarán siempre.

«Suelo ir en Bla Bla Car y ahora me sale igual viajar en AVE»

Otra de las mesas más animadas del tren 4078 está ocupada por un grupo de cuatro amigos de Valencia de Don Juan con destino a Ibiza. Tienen entre 19 y 22 años y confiesan que esperaron a la llegada del AVE para programar sus vacaciones a la isla porque querían ir en alta velocidad. Bernar, Iván, Alejandro y Javier son estudiantes. «Están genial los precios que han puesto para estrenarlo, además el tren es más cómodo que el autobús». Ya hacen planes para sus días en Ibiza para sus excursiones y salidas nocturnas. Les acompaña al lado, otra coyantina, Ana, que trabaja en un bar en su pueblo, ella iba a pasar el día a Madrid y luego de vacaciones a Sevilla. «Me parecen muy interesantes los precios del AVE. Yo suelo ir en Bla Bla Car y ahora me ha salido por lo mismo viajar hasta Madrid y encima es más cómodo y todo». Todavía hablan de aventuras vividas en las recientes fiestas de Coyanza.

«Vamos de paseo a Madrid, queremos estrenar el tren»

Aprovecharon el día de cierre de su negocio, el Mesón Celso (en el Húmedo), para hacer una escapada a la capital del país «sólo para estrenar el AVE». Su ilusión es contagiosa, Manuel y su esposa Carmen, su amiga Dulce y el sobrino de ella, el pequeño Omar, de 3 años. «Comeremos en Madrid y por la tarde otra vez de vuelta a León». El hostelero está convencido de que la alta velocidad traerá más turistas a la capital y la provincia. «Hoy es un día histórico, ya lo creo», asegura sin dudarlo y encantado de formar parte de un hito en las comunicaciones de su ciudad.

«Para los viajes de negocios es mucho más rápido y cómodo»

Entre los hombres de empresa a bordo, Pablo Fernández, del sector de los hidrocarburos, mientras aguarda la cola del control de billetes comenta que está «encantado con el AVE de León, para los viajes de negocios y los desplazamientos por trabajo es mucho más cómodo y seguro que el coche; además las ofertas que han puesto están muy bien». David González, del mundo de los seguros, cuenta que viaja una vez al mes a Madrid y le parecen «genial los horarios programados; ya veremos cómo van evolucionando los precios».

Y el abogado José Ignacio Álvarez reconoce: «Ya tenía ganas de que se pusiera en marcha el AVE de León, me ahorrará una hora de mi vida en cada viaje». Además, asegura que «el tren frente al coche es incomparable, al final ahorras dinero porque el viaje a Madrid entre la gasolina, el peaje y los párkings no baja de 150 euros».

En absoluto silencio, sin levantar la cabeza de las pantallas de sus portátiles y pendientes de su móvil e informes que leen, como muchos de los viajeros en ruta de trabajo, Albano y Pablo son otros dos ejemplos de los usuarios que fidelizará el AVE más madrugador. El primero trabaja en una empresa vinculada a la gestión del agua y el segundo en el sector de las tecnologías.

«Creo que para León será una plataforma estupenda»

Académico de la Lengua y catedrático de Lingüística de la Universidad de León, Salvador Gutiérrez viaja afanado en la corrección de una tesis que dirige. Relata que acude a Madrid dos veces por semana a sus labores en las dos sedes de la Real Academia. «Es una maravilla el AVE, te ahorras tiempo y, además, me regalo unas horas de sueño. También se gana en rapidez y creo que para León será una plataforma estupenda porque a una hora y cuarenta y cinco minutos de Madrid mucha gente se animará a venir». Como demanda, Gutiérrez preferiría que el último tren con destino a León en AVE fuera más tarde.

«Es un orgullo como leonés haber llevado el primer AVE

Y uno de los hombres del día, Juan Manuel Villanueva, el maquinista leonés que condujo el AVE a Madrid en su primer viaje comercial, rezumaba orgullo cuando finalizó su viaje en la estación de Chamartín. «Todo ha salido muy bien, estoy contento y como leonés para mí es orgullo haber llevado este primer AVE, esperemos que todo siga bien y que los trenes vayan llenos a León». Tiene 53 años y desde los 14 está ligado a Renfe, primero como aprendiz, con primer destino laboral en los talleres. Continuó su carrera ferroviaria como ayudante de maquinista, etapa de la que recuerda su primer viaje. Fue a Monforte de Lemos. Ya maquinista, estrenó oficio en un viaje Irún-Zaragoza. La herencia del tren le llega de su abuelo (mozo de ferrocarril) y su padre (interventor). Villanueva atesora ocho años de experiencia como conductor de trenes de alta velocidad en la línea Madrid-Valladolid. En su jornada de trabajo de ayer, también el Alvia con destino a León minutos después de las 11.00. A la llegada a su ciudad, finalizó el turno y vuelta a casa con la sensación de haber hecho historia.

El viaje toca a su fin en el primer AVE comercial de León «en un suspiro», comentan ya casi en Madrid los viajeros; especialmente desde Valladolid, cuando el tren sobrepasó los 300 kiómetros por hora, frente a los 200 con los que comienza su andadura la nueva línea entre León y la capital del Pisuerga.

Son las 9.06, la hora exacta prevista para la llegada, el viaje se ha completado en dos horas y seis minutos, seis meses después serán prácticamente veinte minutos menos.

Ya en el andén, comienzan las prisas de los viajeros para llegar a tiempo a sus reuniones o conexiones con aviones y otros trenes. Todavía hay unos segundos para más ‘selfies’ con la cabecera del AVE. El orgulloso maquinista, el interventor, directivos de Renfe y las azafatas inmortalizaron su viaje inaugural en fotos de grupo.

«Ha sido un visto y no visto», se despedía el catedrático Salvador Gutiérrez ya apresurado. Las palabras le esperaban en la Real Academia de la Lengua.

El maquinista Villanueva y el supervisor Del Río, ya en Chamartín. MARCIANO

Control de billetes en el primer AVE desde León. MARCIANO

El académico Salvador Gutiérrez viajó corrigiendo una tesis. MARCIANO

Eva, Fran, Alicia y José Manuel viajan cada día a trabajar. MARCIANO

Un viajero se fotografía con el AVE en la estación de León. MARCIANO