Rajoy plantea las generales como una simple elección entre el PP o el caos
Texto
Mariano Rajoy va a basar la campaña de las elecciones generales en un mensaje muy simple. No existe alternativa política al partido Popular. O los españoles perdonan sus errores y vuelven a confiar en él y en su formación, los únicos contendientes en los comicios a los que cree capaces de hacer una política seria, eficaz y que dé estabilidad a España y a su economía, o el país entrará en una situción de caos y retornará a la crisis y la destrucción de empleo.
Así lo dijo ayer en Valencia, en su primer mitin de la precampaña, sólo dos días después de desvelar en un programa de televisión que las elecciones generales se celebrarán el 20 de diciembre.
El presidente del Gobierno aseguró que «lo que está en juego es muy claro y se explica muy fácilmente: si la recuperación económica y la creación de empleo continúa o si damos marcha atrás». Los votantes el 20 de diciembre sólo tienen dos opciones, resumió, «recuperarse o volver atrás, a la crisis».
Para demostrar su tesis hizo un análisis de sus oponentes, de los que dijo que en próximos días oiremos «genialidades, ocurrencias y frivolidades» frente a su política económica, que considera contrastada.
El principal peligro cree que es el «radicalizado líder» del PSOE, Pedro Sánchez, que está convencido de que, «preso de sus ansiedades», no dudaría en encabezar una coalición con «el sectarismo y los prejuicios», en alusión principalmente a Podemos, que devolvería a España a la recesión y la inestabilidad.
El tercer contendiente, al que no nombró, es Albert Rivera y Ciudadanos. «Hablar es fácil -comentó-, pero para gobernar hay que fijar prioridades y ahora vienen tiempos por delante que no son para ‘amateurs’ sin experiencia ni para gente que no ha sido ni concejal».
Rajoy, después de escuchar a la nueva presidenta del PP en Valencia, Isabel Bonig, pedir público perdón por los casos de corrupción de algunos que «han abochornado al partido», reclamó también el apoyo de los votantes de su antiguo feudo electoral.