Las hojas de ruta de Junts pel Sí y la CUP, alejadas pero no tanto
El día después de que la CUP pusiera sobre las mesa cuáles son sus condiciones para poder sellar un pacto de gobernabilidad con Junts pel Sí, los dirigentes de la confluencia de Convergència y Esquerra se esforzaron en destacar los elementos comunes con la izquierda radical. «Estamos prácticamente de acuerdo en todo», dijo ayer el cabeza de lista, Raül Romeva. «Coincidimos en los grandes ejes», añadió la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira. «Hay margen para el acuerdo», apuntó el ‘convergente’ Jordi Turull.
Junts pel Sí y la CUP están abocados a entenderse, si quieren evitar nuevas elecciones y que el proceso salte por los aires. Sobre el papel, las posiciones de unos y otros pueden parecer alejadas, pero sin el barniz de la retórica y obviando el debate sobre la investidura de Mas, que es capital, en todo lo demás la diferencia no es para tanto. La candidatura unitaria y los anticapitalistas coinciden en lo esencial: ambos están de acuerdo en que el objetivo de la legislatura es la independencia de Cataluña.
Además comparten prioridades. La hoja de ruta de la CUP plantea una ruptura irreversible con el Estado, un proceso constituyente y plan de choque social, lo cual no suena muy distinto a la partitura de Junts pel Sí, que habla de desconexión con el ordenamiento jurídico, estructuras de Estado para ejercer la plena soberanía, inicio del proceso constituyente y lucha contra la exclusión social y las desigualdades.
El elemento diferenciador que introduce la CUP para el acuerdo es la inmediatez. Junts pel Sí, en cambio, aboga por una independencia negociada.
Sobre lo que chocan frontalmente Junts pel Sí y la CUP es en la figura de Mas y por esta razón coinciden en dejar el asunto para el final de las negociaciones.