La reina marca el ritmo
La reina y sus dos hijas, en un momento del desfile.
Doña Letizia volvió a ser el centro de atención en el desfile militar del 12 de octubre. La reina se decantó por un vestido en doble crepe de lana en azul marino con una cinta de terciopelo en azul noche, con más volumen de lo habitual en ella, y chaqueta a juego, ‘look’ de Felipe Varela que aderezó con un adecuado moño bajo postizo y un suave maquillaje. No fueron tan acertados los pendientes, demasiado grandes para la sobriedad del resto del conjunto, completado con altos zapatos de salón en brillante negro y un clutch azul en piel metalizada.
Desde 2004, en su primera aparición en el desfile de las Fuerzas Armadas, doña Letizia ha sabido pulir su estilo. Fue a partir de 2007 cuando apostó por Felipe Varela, con un vestido azul con escote en V y detalles de pedrería con abrigo a juego, aunque fue en 2010 cuando dio la nota al romper el protocolo con un pantalón recto en color gris y una blusa en nude. El pasado año, en su primer desfile como reina, lució un original y favorecedor vestido abrigo en tweed y crepe de lana verde cromo, con galón trenzado y cremallera de metal sobre trapecio en piel de Varela.
Princesa e infanta
La reina y Felipe VI, vestido con uniforme de capitán general de la Armada, predidieron la parada militar junto a la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, que llevaban falda y chaqueta, Leonor en azul oscuro y la pequeña en gris y marrón. Ambas lucían dos finas trenzas enmarcando el rostro. Una imagen mucho más otoñal que la mostrada el año pasado, cuando llevaron dos vestidos casi idénticos de la firma Nanos. Las niñas estuvieron dirigidas en todo momento por su madre, que, sin ningún disimulo, no quiso dejar nada al azar, en especial al saludar a las autoridades, cuando no ha parado de darse la vuelta para observar a las pequeñas.
Esperanza Aguirre también debió salir con frío de casa, pues iba ataviada con un plumífero azul, el color de la jornada, visto en la mayoría de las corbatas de los caballeros. Su sucesora, Cristina Cifuentes, calzó unos zapatos de tacón con unas plataformas excesivas, en contraste con el austero traje, casi de funeral, de la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena.