Una legión contra el cáncer

La Asociación Española contra el Cáncer de León recibe hoy el Premio Diario de León a los Valores Humanos 2015, con la presencia del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera. El jurado valoró su «indudable contribución al desarrollo social y fomento de los valores humanos». Y los valores humanos pasan por la virtud de la solidaridad y el compromiso. Voluntarios, socios, amigos y colaboradores, psicólogo, administrativo y la junta directiva son parte de una legión de 2.300 socios y 200 voluntarios que se movilizan en León contra una enfermedad que cada día necesita más recursos humanos y económicos para investigación. Un centenar de pacientes pasan cada año por sus programas.

La cercanía con los enfermos y los familiares es la seña de identidad de una asociación que tiene como reto la prevención. Charlas, conferencias de expertos y programas como ‘Actúa’ en el ámbito escolar, divulgan los escudos protectores contra la enfermedad. Los aliados del cáncer son el tabaco, el alcohol, la exposición solar, una alimentación poco saludable y el sedentarismo.

La Asociación Contra el Cáncer se constituyó en León el 15 de noviembre de 1957 con Ramón Cañas del Río en la presidencia. Casi sesenta años de trabajo en los que la asociación ha marcado el camino de la administración en prevención y diagnóstico precoz del cáncer, una avanzadilla posible gracias al trabajo de voluntarios y colaboradores.

Aunque sin sede, Santa María del Páramo, desde 1967, y Valencia de Don Juan desde 1994, realizan también una intensa actividad.

Serafín de Abajo Olea es, desde el 2003, el quinto presidente. Ramón Cañas (1958), Emilio Hurtado Llamas, (1960) Emilio Hurtado Fernández-Llamazares (1986) y María Victoria de Valenzuela y Ponte—que recibió la medalla de oro por toda una vida dedicada a la asociación— (1991) marcaron el desarrollo de las actividades.

La asociación es pionera en la detección de las necesidades sociales. La unidad domiciliaria de cuidados paliativos, apoyo psicológico del paciente y su familia, programa de deshabituación tabáquica, programa ‘Mucho X vivir’, de atención integral a la mujer diagnosticada de cáncer de mama, atención primaria, voluntariado en el Hospital, voluntariado en cuidados paliativos, gestión de residencias y pisos de acogida para pacientes, ayudas económicas, talleres y actividades lúdicas y culturales forman parte del trabajo diario de un grupo de personas que se ayudan y se apoyan para vencer a un enemigo hostil. Todas las manos son pocas.

La asociación abrió el primer dispensario para atención en 1958 y ese mismo año se celebró la primera cuestación que recaudó 122.963 pesetas (740 euros). Con ese dinero se crearon diez becas de 7.500 pesetas (45 euros) destinadas a la especialidad de Oncología y Citodiagnóstico. En 1960 había en León 147 enfermos en el dispensario, 28 en el sanitario, 13 en domicilio y otros 48 que viajaron a Madrid para completar el tratamiento.