IU rechaza el «teatro» de pacto antisecesionista que propone Rajoy

Alberto Garzón, el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, resumió ayer de forma gráfica el resultado de su hora de entrevista en La Moncloa con Mariano Rajoy, la primera que se produce entre ambos y en la que constataron sus «enormes diferencias». «Sólo hemos llegado al acuerdo de que hoy (por ayer) llovía», bromeó en la rueda de prensa posterior.

El diputado malagueño dejó claro al presidente del Gobierno que IU, como ya pasó el viernes con Podemos, no formará parte del pacto antisecesionista que trata de fraguar Rajoy en la última semana, y al que de momento se han incorporado el PSOE y Ciudadanos.

Garzón aseguró que IU no apoyará que la estrategia para frenar una inminente declaración del Parlamento catalán de desconexión con la ley española, o incluso una posible y posterior declaración unilateral de independencia, sean los tribunales, como defiende el jefe del Ejecutivo. «Estamos totalmente en contra de cualquier acción judicial que pretenda resolver un problema político. El artículo 155 de la Constitución y los tribunales no son la salida», insistió.

El hombre fuerte de IU considera que el choque de trenes al que las «oligarquías» catalanas y españolas -«con Convergencia y PP a la cabeza»- quieren llevar a los ciudadanos no tiene más salida que «una solución dialogada y negociada». Propone la puesta en marcha de una mesa de partidos de la que deberían salir dos propuestas de solución: una consulta de autodeterminación pactada para Cataluña y el inicio de un proceso constituyente en España.

Garzón considera que la política de frentes no es más que «un teatro de CDC y del PP para dividir a las clases populares». «No dejaremos que los que se envuelven en banderas y en patriotismo mientras tienen cuentas en Andorra y en Suiza separen a las clases populares de Cataluña y España».

UPyD pide mano dura

Andrés Herzog trasladará hoy a Rajoy, en su encuentro en La Moncloa, una propuesta contraria a la de IU. El portavoz de UPyD reclamará al presidente que use «ya» todo los intrumentos legales a su alcance -Constitucional, código penal y artículo 155- para frenar «el golpe de Estado» de los independentistas.