LACRA SOCIAL
Cinco crímenes machistas en 48 horas
Un hombre ha matado este lunes a su mujer en Oviedo, y otro ha acabado con la vida de la pareja de su ex en Logroño
Otra jornada negra. Un hombre, ya detenido, ha asesinado presuntamente este lunes en Logroño con un arma blanca a otro, compañero sentimental de su expareja. Y en Oviedo, una mujer, de 65 años, ha muerto de varios golpes en la cabeza, a manos de su pareja sentimental, de 51 años. También ha sido detenido.
Estos dos crímenes machistas se suman a los otros tres ocurridos este domingo, asesinadas en dos casos registrados en Baena (Córdoba) y en la localidad valencia de Llíria. Estos tres asesinatos se produjeron un día después de que este sábado miles de personas reclamaran en las calles de Madrid medidas para acabar contra esta lacra social.
En el primer caso que ha trascendido este lunes, un hombre ha acabado con la vida de otro por varias heridas de arma blanca en el cuello. La víctima vivía en el número 7 de la céntrica calle María Teresa Gil de Gárate, en cuyo portal ha ocurrido el suceso, hacia las 9:20 horas de este lunes.
El detenido, residente en la capital riojana, tiene 54 años y conocía a la víctima. La Policía le ha detenido 15 minutos después, en la zona de la plaza del Invierno, en las cercanías de donde ha ocurrido el suceso, sin que haya puesto resistencia ni se haya producido algún altercado durante la detención.
El Oviedo, una mujer de 65 años ha muerto de varios golpes en la cabeza, presuntamente a manos de su pareja sentimental, de 51 años, que ya ha sido detenido, ha informado la Policía Nacional. El cadáver ha sido hallado a las 9:30 horas en el dormitorio de su domicilio, después de que un vecino encontrara una nota en el buzón en el que el presunto homicida pedía que se avisara a la policía y anunciaba su intención de quitarse la vida.
El presunto autor del crimen ha sido arrestado en Gijón tras la puesta en marcha de un amplio dispositivo policial para su localización y detención.
Junto al cuerpo de la víctima han sido encontradas unas mancuernas ensangrentadas con las que el hombre habría asestado a la mujer los golpes mortales en la cabeza.