La CUP propone a Romeva, cabeza de lista de Junts pel Sí, como candidato

La investidura del presidente de la Generalitat corre el riesgo de convertirse en un vodevil difícil de seguir. La CUP no da señales de que vaya a tener intención de dar marcha atrás en su negativa a apoyar a Artur Mas, de ahí que continúe poniendo nombres alternativos sobre la mesa. Si en los días previos a la primera sesión, la opción que más sonaba como plan B era Neus Munté, tras la renuncia enérgica de la propia vicepresidenta de la Generalitat, la CUP propuso ayer martes de manera formal a Raül Romeva. El cabeza de lista de Junts pel Sí en las pasadas elecciones catalanas y exeuroparlamentario de Iniciativa se ajusta al perfil que buscan los anticapitalistas: un candidato independiente, ajeno a Convergència y de ideología de izquierdas.

«La corrupción se ha acercado tanto a Mas, que tiene una responsabildad política», dijo el diputado Benet Salellas. La CUP trata de evitar con su no a Mas que haya un «nuevo Pujol que confunda país con persona». La formación anticapitalista es una olla a presión y busca salidas para la investidura, pero a su vez está intentando trasladar la responsabilidad a Junts pel Sí, para que afloren los nervios y las divisiones internas.

Romeva se autodescartó de inmediato. «No hay ningún cambio. No soy candidato. Mi papel es trabajar a favor de un acuerdo», expresó el portavoz del grupo de Junts pel Sí. No obstante, también señaló que «en estos momentos no hay ninguna duda por parte de nadie de quién es el candidato de Junts pel Sí», lo que fue interpretado como las primeras dudas en el seno de la confluencia de CDC y ERC.

Raül Romeva ya protagonizó un par de desencuentros con su grupo parlamentario durante la campaña electoral, ya que en un primer momento no descartó que como número 1 de lista fuera el candidato a la Generalitat en lugar de Artir Mas, que concurrió en cuarta posición de esa candidatura.