La Junta planea ceder la residencia Europa para un uso de carácter social

Bullía la ciudad hace medio siglo con las obras de nuevos centros y equipamientos. Abría el hotel Conde Luna y Fraga visitaba las obras de San Marcos, que pasaba de cuartel de Sementales, después de cerrado el campo de concentración, a gran hostal. Se abría Santa Isabel en Puente Castro y San Cayetano en el Monte San Isidro. Avanzaban las obras en la avenida de Facultad para construir el nuevo instituto masculino y abría sus puertas el colegio menor femenino Infanta Doña Sancha en la Corredera.

El 24 de noviembre de 1965 se inaugura en el Parque el equivalente para chicos. El Colegio Menor Europa fue abierto para alumnos bachilleres que venían a estudiar a la capital con una vocación polivalente con pomposos nombres como ‘Centro Juvenil de Estudios Europeos’. ‘Albergue Internacional’ y ‘Centro de Medicina Preventiva Juvenil’.

Cumple 50 años cerrado. De hecho porque desde hace tres cursos no tiene residentes. Y de forma oficial sin tardar mucho tiempo. La Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León asegura que se ha puesto a trabajar «para buscar una solución al edificio» y aunque no confirma lo que ya es un secreto a voces, que se cederá a una entidad privada sin ánimo lucro para un proyecto social con jóvenes en riesgo de exclusión, tampoco lo desmiente.

La residencia Consejo de Europa también es uno de los dispositivos que se han puesto sobre la mesa para dar alojamiento provisional a las personas refugiadas que acogerá Castilla y León a partir de diciembre. como en su día se utilizó la antigua residencia infantil San Cayetano para acoger a las familias bosnias evacuadas en la guerra de los Balcanes. En todo caso, este no sería su uso principal.

«Lo único que podemos avanzar es que se está trabajando en un proyecto que será muy positivo para León y que se espera cerrar en fechas muy próximas», apuntan fuentes del Instituto de la Juventud de Castilla y León, del que dependen directamente todas las residencias juveniles de la Comunidad.

«Ya son tres los años consecutivos en que se han sacado las convocatorias de plazas de residentes en León y no ha habido demanda suficiente», alega la Consejería de Familia. Todas las solicitudes se cubren con las plazas de un solo centro.

De las 669 plazas que hay en toda la Comunidad en León se sacaron un total 201 en los dos centros destinados a alojamiento estudiantil, 122 en la residencia Infanta Doña Sancha y 79 en Consejo de Europa, sólo se cubrieron 111 «con lo que era suficiente con la capacidad ofrecida» por la primera, alega la Junta.

En la Comunidad se han cubierto 475 plazas, por lo que han quedado libres un total de 194, lo que supone el 28,9% del total de plazas ofertadas. Un total de 90 de estas plazas, es decir casi el 50%, corresponden a la provincia de León al quedar sin ocupación las 79 plazas de Consejo de Europa y otras 11 de Infanta Doña Sancha.

El comité de empresa de Sanidad, Familia e Igualdad de Oportunidades denuncia que la política de recortes y subida de tasas llevada a cabo hace tres años es la causante de la falta de demanda que alega la Junta para cerrar la residencia, subraya la presidenta y sindicalista del Satse, Ruth Barrientos Pastrana (Satse).

En el curso 2013-2014 la Junta aprobó un incremento de más del 53% en los precios por habitaciones en las residencias juveniles de modo que las habitaciones compartidas pasaron de una tarifa de 385,15 euros a 593,13 euros y las individuales de 441 euros a 620 euros, según datos aportados por el secretario del comité, Miguel Ángel Rodríguez, de CGT.

Los representantes sindicales también han denunciado que el precio fijado para los alberguistas temporales, en pensión completa, es de 516 euros mensuales, inferior. «Supone una discriminación importante para los estudiantes, que de forma continuada contribuyen al sostenimiento de las residencias», apuntó el sindicato CSI-Csif cuando se sacó la convocatoria de plazas para el curso actual.

La central propuso que el precio para el residente fijo se concrete en función de la capacidad económica de la unidad familiar, de acuerdo con el Iprem, que es el índice utilizado en numerosas ayudas, becas o subvenciones, por el carácter social de estas residencias.

El procurador de Ciudadanos Manuel Mitadiel se interesó en las Cortes por el destino de la residencia Europa el pasado verano y acusó a la Junta de programar el fin del centro con la «desmesurada subida de precios» y planteó la posibilidad de que se usara como albergue de peregrinos dada «la situación privilegiada de dicho centro y la necesidad de edificios públicos de la Junta en León».

También reprochó al Gobierno autonómico que decretara su cierre provisional tras resaltar el «importante papel que ha cumplido en el pasado como alojamiento de estudiantes a un precio asequible». «La estrategia desarrollada para conseguir su cierre ha dado frutos», afirmó.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, contestó por escrito al parlamentario: «Las actuaciones a desarrollar, incluidas las referidas a los trabajadores que prestan sus servicios en la residencia Consejo de Europa, una vez iniciado ya el curso académico en la Universidad, serán valoradas en función de la demanda».

La residencia Consejo de Europa, como fue bautizada al ser traspasada a la Comunidad Autónoma, es una de las ‘víctimas’ de la crisis que ha arrasado con parte de los servicios públicos, como reveló el sindicato CSI-Csif hace un año en un informe sobre los servicios públicos recortados en estos años.

El proceso de desmantelamiento del Departamento de Familia ha concentrado muchas de sus competencias en Valladolid, por lo que los representantes sindicales carecen de interlocutores directos.

El comité de empresa está preocupado por el destino de los 21 trabajadores y trabajadoras, actualmente recolocados de forma provisional en otros servicios de la Junta como el centro de menores El Alba, la residencia de Personas Mayores de Armunia, Servicios Sociales y la residencia Doña Sancha.

La movilidad geográfica a la que está sometida la plantilla laboral de la Junta hace temer por destinos incluso fuera de la provincia. «Ya es un rumor clamoroso que la residencia va a ser cedida a una entidad sin ánimo de lucro, pero antes se tiene que hacer el cierre oficial de la residencia», alegan.

Los representantes sindicales reprochan que «la falta de interés de la Junta por mantener el servicio público viene de atrás». La residencia universitaria es menos apetecible para los estudiantes porque en los últimos años no se han realizado obras y se ha quedado obsoleto.

La caída de la demanda en las residencias universitarias es generalizada, de más del 30%, excepto en alguna privada que ante la situación de crisis decidió bajar los precios, como la que gestiona el Colegio Leonés. Los estudiantes y sus familias han tenido que afrontar en estos útlimos la subida de las tasas universitarias y el recorte en las becas de forma simultánea.

La crisis ha sacado al mercado más viviendas en alquiler y, especialmente, la modalidad de alojamiento en familias que prácticamente había desaparecido en los últimos 20 años. La falta de ingresos en numeros hogares ha recuperado el viejo sistema de alojamiento en casas de particulares.

Delgados nacionales, ministros, gobernadores civiles y un sin fin de cargos asistían a aquellos actos inaugurales de los años en que la ciudad de León sufrió su segunda gran transformación en el siglo XX después de la apertura del Ensanche. El delegado nacional de Juventud, organismo al que perteneció el Colegio Menor Europa, no se apartó de la tónica general. La prensa de la época y particularmente el periódico del Movimiento, el Proa, dejó buena cuenta de aquel acto en el que los bachilleres daban la mano a las autoridades mientras el máximo mandatario ofrecía el centro al Consejo de Europa, en un signo más de apertura al exterior protagonizado por la tecnocracia que había ascendido en la jerarquía de la Dictadura.