Mas: «Cuanto más agreden a Cataluña más crece el independentismo»
Ofrece diálogo al Gobierno que surja del 20-D, siempre que no sea del PP.
La decisión del Ejecutivo central de poner condiciones a la administración catalana para recibir una partida adicional del Fondo de Liquidez Autonómico por la sospecha de que utiliza ese dinero para fines independentistas, ha vuelto a encender la mecha en la batalla entre Madrid y Barcelona. Artur Mas habló de «agresión», «humillación» y de «intervención» a Cataluña, pero Mariano Rajoy insistió en que si no hay rectificación habrá más medidas sancionadoras.
Rajoy avisó el sábado en Barcelona a Mas y lo reiteró ayer desde Sevilla que seguirá tomando iniciativas excepcionales y «actuará» si el plan independentista continúa porque es su «obligación». «La ley se cumple, hasta ahí podíamos llegar», afirmó. El presidente del Gobierno reconoció, no obstante, que le gustaría no tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución, pero que lo haría, aunque «no dependerá» de él, sino de los pasos que dé el Gobierno catalán.
Entre esas medidas de presión que ha puesto en marcha el Ejecutivo central está el control financiero de las cuentas de la Generalitat a través del FLA, que para la admnistración catalana es una «intervención» de sus finanzas, una «humillación», un «castigo» y una manera «encubierta» de aplicar el artículo 155 de la Carta Magna. Lo que unido a la acusación del ministro de Hacienda de que la Consejería catalana de Economía ha ocultado de sus cuentas una inversión de 1.300 millones y, al hecho de que Mas fuera el único dirigente al que no llamó Rajoy para coordinar la lucha antiyihadista, ha acabado de crispar los ánimos.
Jugar con fuego
De ahí que, a las puertas de la cita electoral, Mas no desaprovechara ayer la oportunidad para advertir en tono desafiante de que «ante una agresión, tenemos derecho a actuar en legítima defensa» y avisó a Rajoy de que si «juega con fuego, acabará quemándose». ¿De qué manera? Mas desgranó una batería de contraataques contra el Gobierno central, por la vía judicial, política y financiero-comunitaria. En los tribunales, el presidente de la Generalitat apostó por «ir más allá del Constitucional» y no descartó utilizar la vía contencioso administrativa que pueda llegar al Supremo o incluso el recurso a la justicia europea para denunciar el ahogo financiero y la vulneración de competencias.
En lo político, podría pedir amparo a la Comisión Europea, aunque el principal reto de la Generalitat es «ampliar la base soberanista del país para hacer el proceso más irreversible». Mas no da muestras de querer levantar el pie del acelerador, y avisó a Rajoy que por muchos obstáculos que ponga el proceso no se detendrá. No solo eso, volvió a recordarle que él y el PP son la principal fábrica de independentistas. «Cada vez que el Estado agrede», aumenta el número de gente «convencida del camino soberanista», dijo. O seguimos el rumbo, añadió, o seremos «engullidos».
La tercera ofensiva contra la administración central podría ser denunciando en Bruselas supuestos errores contables. «El Gobierno tiene un problema muy gordo de inversiones (AVE, Adif, radiales de Madrid, Castor) de los últimos años que se hicieron con métodos financieros que no se contabilizaban en los Presupuestos Generales del Estado y que no siguen la vía que pide Europa», amenazó.