El cara a cara tensiona la campaña
El Partido Popular sale en tromba para defender a Mariano Rajoy del «macarra político» que fue Sánchez en el debate mientras los socialistas mantienen que su candidato sólo dijo «verdades como puños».
Frío saludo de Rajoy y Sánchez, ayer, en el funeral de los policías muertos en Kabul.
A cinco días de las elecciones, la campaña se ha visto sacudida por la subida de tensión del cara entre Rajoy y Sánchez, cuya agresividad con el presidente a cuenta de la corrupción le sitúa en el caladero de los votantes indecisos de izquierdas donde también pesca Podemos.
Para el PP, que presentó ayer a Sánchez como un «macarra político», un «boxeador desesperado» y hasta un «chulo de barrio», éste «se pasó de frenada» y se equivocó al bajar al fango para buscar el voto de la izquierda cuando habría ganado más dirigiéndose al votante de centro.
En el PSOE, sin embargo, se muestran satisfechos; sostienen que Sánchez dijo «lo que muchos millones de españoles piensan» y se reafirman en su táctica. «Verdades como puños», aseguró el socialista Antonio Hernando que le dijo Sánchez a Rajoy, «como hubiéramos dicho millones de españoles», recalcan desde Ferraz, en su novedosa apuesta por empatizar con los indignados.
Al situar el foco del debate en la relación de Rajoy con Bárcenas y con la empresa de Correa, la campaña se enfanga, pero Sánchez ha conseguido protagonizarla y hacerla vibrar.
El líder socialista aseguró que no se arrepiente de la acusación a Rajoy -«usted no es un político decente»- e insistió en que, tras el mensaje de móvil de apoyo que le envió al extesorero del PP Luis Bárcenas, debió haber dimitido.
Rajoy, por su parte, no volvió ayer a una cuestión que le llevó a tachar a su adversario de «ruin», «mezquino», «miserable» y «deleznable», aunque comentó en la caravana de prensa que en el debate ganó la «buena educación», al tiempo que su Gobierno ha salido en tromba a reprobar Sánchez.
Soraya Sáenz de Santamaría le acusó de «macarrismo político» y de «embarrar el campo»; Cristóbal Montoro le comparó con «un boxeador que se agarra a cualquiera porque va tocado», Íñigo Méndez de Vigo lamentó la «agresividad», «los graves insultos» y un estilo que dice que él «nunca» había visto «en Europa», mientras que José Manuel Soria aseveróo que Sánchez «se equivocó de cabo a rabo al emular a Podemos».
Los emergentes, entretanto, sitúan el cara a cara en el plano histórico de un sistema político cuya muerte aspiran a certificar el 20D.
Está por ver si la tensión entre Rajoy y Sánchez acabó en el mismo momento en el que ambos se despidieron antes de abandonar el plató -como sostiene el moderador, Manuel Campo Vidal-.
De momento, el saludo entre ambos fue frío ayer tarde, en el funeral de los dos policías nacionales asesinados por el terrorismo talibán en la embajada española en Kabul, en el que también coincidieron Iglesias, Rivera y Andrés Herzog, tras modificar todos su agenda.