Lo que el 20-D esconde
Del voto de los españoles dependerán los nuevos recortes, el futuro de las leyes más polémicas y la respuesta a Cataluña
Del voto de los españoles depende si se acatan o se negocian los recortes que pide la UE, o si de derogan o se mantienen las reformas clave de la legislatura que se agota. Los principales candidatos discrepan sobre cómo abordar la crisis con Catalunya y se juegan, en algún caso, su futuro político a la carta de las elecciones generales de este domingo.
Los candidatos son personajes secundarios en estas horas de tranquilidad, sin discursos políticos. Alguna foto que otra, algún 'canutazo' dispensable y el recurso de las redes sociales para recordar que siguen ahí, para reclamar un poquito de atención tras haber sido el ombligo de la actualidad en la última quincena. El protagonismo es ahora de los votantes y de esos colegios en los que se colocan a toda prisa unas urnas que, esta vez, compartirán espacio con los adornos navideños que ya se exhiben en las aulas de nuestros hijos.
En vísperas electorales, aún hay tiempo, eso sí, para consultar alguna encuesta publicada fuera de España, o para hacerse alguna pregunta que otra antes de votar. ¿Qué consecuencias tendrá el resultado del 20-D?. De quien o quienes gobiernen la próxima legislatura ('pacto' o 'abstención' pueden ser palabras de moda) dependerá, en primer lugar, si los presupuestos para el 2016 aprobados ya porMariano Rajoy se aplican tal cual o son modificados; si se opta por la obediencia estricta a lasdirectrices europeas para no tener enfrentamientos o se intenta negociar el recorte de 10.000 millones de euros sobre esas cuentas públicas que exige la Comisión.
¿QUÉ SE JUEGAN LOS PARTIDOS?
PP Mariano Rajoy se juega terminar su proyecto "reformista" para España, sea con pactos de gobierno o en un Ejecutivo en minoría, o pasar a la oposición para, voluntaria o involuntariamente, ceder el testigo en las riendas del PP. Ese es el escenario que manejan en su entorno, pese a que él rehúya aclarar qué hará si no sigue en la Moncloa.
PSOE El socialismo se juega alcanzar cotas de poder similares a las de los años 90, seguir como hasta ahora o entrar en la dimensión desconocida. La primera hipótesis se daría si Pedro Sánchez llega a la Moncloa. La segunda, si los socialistas mantienen el tipo ante el avance de los emergentes. Y la última, si quedan relegados a la tercera o cuarta posición.
Ciudadanos Albert Rivera ha dedicado el tramo final de la campaña a hacer llamadas a la participación para tratar de ser, como mínimo, la tercera fuerza. Inició la campaña convencido de que iba a llevarse la llave de la gobernabilidad, pero a golpe de encuesta y de polémica con candidatos territoriales, ha acabado pidiendo auxilio a los indecisos.
Podemos Pablo Iglesias confía en superar al PSOE en votos para imponer la hegemonía en la izquierda y, desde esa posición de liderazgo, mover las fichas del tablero político. Para llegar a acuerdos pondrá sobre la mesa de negociación sus cinco garantías de reforma constitucional, entre las que está el derecho a decidir.
EL PROCESO CATALÁN
A quien o a quienes se vote mayoritariamente este domingo quedará subordinada la respuesta al desafío secesionista. Si una Catalunya en modo 'pause' logra tener un Govern antes del 10 de enero -para eso la CUP y Junts pel Sí tendrían que ponerse de acuerdo en quién lo preside-, deberá decidir si despliega jurídicamente la moción independentistarefrendada por el Parlament y frenada ipso facto por el Tribunal Constitucional.
De hacerlo, habrá respuesta del Estado. Pero del nombre que tenga el próximo presidente del Gobierno dependerá si la estrategia es básicamente jurídica, por entender que no cabe otra, o se abren otros caminos. Así, el aspirante a la reelección por el PP, Mariano Rajoy, apuesta por la ley, una nueva financiación y la promesa (sin detalles) de "diálogo". El candidato por el PSOE, Pedro Sánchez, aboga fundamentalmente por una reforma de la Constitución en clave federal. Por su lado, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quiere modificar la Carta Magna para colocarle un candado y terminar con las exigencias nacionalistas, mientras que Pablo Iglesias, de Podemos, propugna avalar la celebración de un referéndum desde el poder y ponerlo como condición a quien busque su apoyo para una investidura.
LEGISLACIÓN CONTROVERTIDA
El voto del 20-D condicionará también si se mantienen y se desarrollan buena parte de las leyes y medidas aprobadas en la legislatura que se apaga -reforma laboral, educación,seguridad ciudadana- o si hay borrón y/o normativa nueva, especialmente en regeneración democrática. Los principales aspirantes a la presidencia también han aclarado que comparten la filosofía a seguir en la lucha contra el yihadismo, pero pueden discrepar en detalles. Especialmente en lo que concierna a la petición que, desde Francia, está a punto de caer para que España colabore en una intervención contra el Daesh.
Evidentemente, el futuro de los partidos, ya sea de los que tienen solera, de los repensados o de los emergentes, estará ligado al dictamen de las urnas. Más aún el de quienes los dirigen. A las ocho de la tarde de este frío (según los pronósticos) 20 de diciembre, la suerte estará echada. Mientras, a reflexionar. A entretenerse. A elegir. Como los candidatos con más opciones, que, a petición de este diario, afrontan el veredicto de los españoles escogiendo una palabra. 'Concordia', la de Rajoy. 'Valors', en catalán, la de Sánchez. 'Ilusión', la de Rivera. 'Contigo', la de Iglesias.