El PSOE en una encrucijada imposible sólo anticipa su veto a un Gobierno del PP

Dijo que si no ganaba al PP lo consideraría un «fracaso». Quedó a casi siete puntos, 1,7 millones de votos y 33 escaños en las elecciones del domingo, pero aun así Pedro Sánchez tiene la intención firme de seguir siendo el secretario general del PSOE en la complicada legislatura que entra. Es de lo poco que dejó claro ayer a su ejecutiva, reunida en la sede federal del partido para analizar los resultados. Eso y que votará en contra de una investidura de Mariano Rajoy o de cualquier candidato que eventualmente pudiera presentar el PP.

Según comunicó a los suyos con una premura calculada para cerrar el paso a posibles cuestionamientos, el líder del PSOE tiene intención de convocar el 39 Congreso, previsto para febrero, en torno a la primavera. Para entonces, confía en que se haya resuelto la compleja situación política a la que han abocado los comicios. Es decir, que España tenga ya Gobierno o que esté meridianamente claro que debe celebrar unas nuevas elecciones.

Lo único que, de momento, está dispuesta a descartar la dirección del partido es un apoyo o una abstención que facilite a los populares la continuidad al frente del Ejecutivo, ni siquiera con concesiones de por medio.