Al PP le será muy difícil mantener la presidencia del Congreso

Aunque Mariano Rajoy afirmó ayer que no renuncia a mantener la presidencia del Congreso todo apunta a que al PP le será imposible retenerla.

El presidente en funciones recordó durante su comparecencia tras el Consejo de Ministros que a lo largo de la democracia la presidencia de la cámara baja siempre ha recaído en el partido más votado. Rajoy añadió que no ve razonable que un miembro del PSOE ostente uno de los cargos más importantes del Estado cuando apenas cuenta con 90 diputados.

Los argumentos del líder del PP no convencen a ningún otro partido y los socialistas ya han dicho que aspiran a ocupar el puesto. Sólo están de acuerdo con los populares en que la Mesa del Congreso debe tener pluralidad y estabilidad. Según informaron fuentes socialistas, ambos formaciones mantuvieron ayer una primera toma de contacto y acordaron hablar con el resto de grupos en los próximos días «para buscar un acuerdo lo más amplio posible siempre actuando con responsabilidad y generosidad».

Sea como fuere, tanto Ciudadanos como Podemos ya han avanzado que ven con buenos ojos que el próximo presidente de la cámara baja sea un socialista. Albert Rivera apostó ayer porque el cargo sea ocupado por una «persona de Estado» que no sea del mismo color que el del Gobierno.

Podemos mantiene que no negociará en torno a quién ocupa sillones, pero lo cierto es que el apoyo a un socialista podría allanarle el camino para formar los cuatro grupos diferentes que aspira a tener en el próximo Congreso. De momento Compromís ya ha adelantado que apoyará la candidatura de un miembro del PSOE.

En idéntica situación al partido morado se encuentran Democràcia i Llibertat (Convergéncia) e IU, que necesitan una interpretación laxa del reglamento de la cámara baja para poder formar grupos propios o junto a otras formaciones.