Susana Díaz no quiere que el PSOE negocie con PP o Podemos

La presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz reiteró anoche en su mensaje institucional de fin de año que el resultado de las elecciones generales exige a los partidos «diálogo y concordia», un entendimiento que no obstante volvió a reiterar que para los socialistas no pasa ni por el PP ni por Podemos. «Tenemos que combatir a aquellos que intentan dividir España territorialmente o a los que pretenden ensanchar la insoportable brecha de la desigualdad», dijo.

En un discurso grabado en el rectorado de la Universidad de Sevilla para ejemplificar el compromiso de su ejecutivo con una educación pública de calidad, la también secretaria general del PSOE andaluz no hizo referencia alguna a la crisis interna de su formación.

Díaz reconoció que el 20-D ha abierto «un periodo de incertidumbre», por lo que «es lógico que todos estemos preocupados y demos lo mejor de nosotros mismos para salir cuanto antes de esta situación». Así, apuntó que además de «un rechazo rotundo» a las políticas que «han generado un importante sufrimiento a millones de personas», los ciudadanos han dejado claro su reclamo a los líderes políticos a que tengan «altura de miras para encontrar lo que realmente importa: soluciones a sus problemas».

En este punto, Díaz comparó la situación actual del país con la trascendencia que tuvo la Transición, cuyos líderes políticos «partían de posiciones muy diversas, pero gracias a su generosidad, a su altura de miras y a su capacidad de diálogo» superaron una situación «tan o más compleja que la actual». La presidenta andaluza defendió las «necesarias reformas en todos los órdenes que necesita nuestro país» de cara a «garantizar un nuevo periodo de progreso y convivencia.

Vocación nacional

En un momento en el que resuena de nuevo su nombre para dar el salto y aspirar a liderar el PSOE y competir como candidata a unas generales, el discurso de Díaz tuvo una clara vocación nacional, poniendo de ejemplo las políticas llevadas a cabo en Andalucía en materias como sanidad, educación o incluso creación de empleo.

La presidenta andaluza habló de que la recuperación económica llegue realmente a la calle, de la exigencia de transparencia y lucha contra la corrupción que demandan los ciudadanos, abogando porque «desterremos de la vida pública a los corruptos que suponen unavergüenza para nuestro país». También puso sobre la mesa la necesidad de un pacto de estado contra la violencia machista, y el cierre de filas de todos los partidos para hacer frente al terrorismo yihadista que «amenaza contra libertad, nuestros valores y nuestra seguridad» y al que «debemos derrotar desde nuestra fortaleza democrática».