En el Bierzo, las riadas encharcan la comarca

Arroyos que se desbordan, desagües colapsados, carreteras secundarias interrumpidas, un puente cortado, una familia desalojada, y por encima de todo, un joven que se arroja al agua para salvar a un perro de morir ahogado. La jornada de lluvias dejó ayer una multitud de imágenes en el Bierzo, pero entre todas ellas destacó la que ofreció un vecino del barrio de La Estación de Bembibre, Arturo Oliveira, que no dudó en lanzarse al agua para rescatar a un perro que estaba pasando apuros en una zona de naves y alguna vivienda en la orilla del río Boeza donde ya se había desalojado a su familia de madrugada debido a la crecida.

Oliveira se atrevió incluso a adentrarse bajo la nave inundada para recuperar al animal cuando el perro, asustado, huyó hacia el interior. Después lo elevó en brazos para salvar una valla metálica antes de salir del agua y entregárselo a su dueño. La Cruz Roja, avisada de su gesto, acudió a la zona para proporcionarle matas y ropa seca. La web bembibredigital contaba ayer que el joven vive con escasos recursos y llegaba a la zona después de desayunar en el comedor de Cáritas cuando descubrió los apuros del perro. El joven, según pudo saber este periódico, reside con su hermana, su cuñado y sus tres sobrinos, además de la abuela, en la vivienda que de madrugada tuvo que desalojarse y había pasado la noche con todos ellos en el pabellón de deportes.

En la zona del puente nuevo de Toral de Merayo, que anoche ya llevaba más de 24 horas cerrado debido a la crecida del río Sil, fue el todoterreno que trasladaba al concejal Ricardo Miranda y a los técnicos municipales que revisaban la situación el que sacó de un apuro a un vecino que, empeñado en desplazarse a las oficinas de Hacienda, se saltó los avisos y vio como su furgoneta quedaba atascada en la isla inudada por el agua entre los dos viaductos, según relató ayer a este periódico el propio edil. Miranda se pasó el día recorriendo el municipio, donde se registraron cortes de carretera en San Andrián de Valdueza, en Campo y en Valdecañada debido a desagües colapsados y el desbordamiento de regueras. A última hora de la tarde, el concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana confirmó que todos los problemas, salvo el del puente de Toral, que también visitó la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo y el edil Roberto Mendo, estaban subsanados gracias a una intervención de urgencia del Ayuntamiento, que contrató dos paleadoras y dos camiones. Hubo desbordamientos de arroyos en Dehesas y Fuentesnuevas, ocurridos en zonas inundables.

También el concejal del Medio Rural, Pedro Muñoz, pidió habilitar fondos de urgencia para paliar los daños de la riada tras visitar zonas afectadas por la crecida del río Oza. Muñoz visitó San Esteban de Valdueza, donde se colmataron cauces y aliviaderos que llenaron de barro las calles y anunció que contactará con la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) para que rediseñe una escollera.

En Salientes (Palacios) volvió a producirse un nuevo derrumbamiento. En Bembibre, el agua inundó la zona deportiva de El Barco. En Molinaseca, la crecida del río Meruelo inundó una tramo de la carretera a Onamio. El río Cúa inundó bajos en Cacabelos y hubo reventones en alcantarillas en Fabero. Los alcaldes pidieron a la CHMS que mejore la limpieza de cauces. y Toreno informó de problemas en el suministro de agua potable.