Sánchez se enroca en su rechazo al PP: «No es no, señor Rajoy»

No hay oferta que pueda resultar tentadora para Pedro Sánchez si proviene del PP. El secretario general del PSOE insistió ayer en su negativa a negociar un pacto de investidura con la formación que lidera Mariano Rajoy. En un acto con trabajadores en Murcia, en el que marcó como una de sus prioridades la derogación de la reforma laboral, alegó que su objetivo es «arreglar los problemas de la gente». «No vamos a hablar de estas cosas —dijo— con el partido que lo único que ha hecho es recortar derechos».

Rajoy no ha hecho aún ninguna propuesta al líder de los socialistas, como consecuencia de su negativa a sentarse a explorar las posibilidades de un acuerdo, pero fuentes del PP aseguran que no hay líneas rojas y que su formación estaría dispuesta a discutir de todo a fin de lograr un Ejecutivo estable. La réplica de Sánchez a ese canto de sirenas no puede ser más drástica. «No es no, señor Rajoy», remarcó.

Una obsesión

La mayor parte de los barones socialistas con responsabilidades de Gobierno recelan de sus planes de formar un Ejecutivo progresista que requeriría de demasiados partidos, entre ellos nacionalistas e independentistas. Pero Sánchez no ceja en su obsesión. «Vivimos un momento apasionante y el PSOE va a cumplir con el mandato de cambio que dieron los ciudadanos el 20-D; espero que el resto de fuerzas progresistas también lo cumpla», dijo.

Sánchez, que no ha logrado el acercamiento de Podemos, clave en su proyecto, negó además implícitamente lo que ya muchos le atribuyen en sus propias filas (más aún después de la cesión de cuatro senadores a Convergencia y a Esquerra para que puedan formar grupos): que ansía llegar a Moncloa a cualquier precio porque sabe que es su única opción de seguir en el poder. «Espero que más pronto que tarde tengamos un Gobierno progresista —adujo— sobre todo por los trabajadores, las personas desempleadas y las que están sufriendo la desigualdad de los recortes en particular».