González presiona a Sánchez para que permita un Gobierno del PP
Felipe González defiende que lo más conveniente para España es «un Gobierno del Partido Popular y Ciudadanos aupado gracias a la abstención del PSOE». El ex presidente del Gobierno se decanta por esta fórmula porque es mejor que el acuerdo de los socialistas con Podemos. Ese pacto, a su juicio, «tiene poco futuro y poco camino».
Las palabras de González suponen una enmienda a la totalidad de la estrategia de Pedro Sánchez, defensor del entendimiento con el partido de Pablo Iglesias para formar un Gobierno «de cambio y de progreso». Aunque es improbable que sus palabras hagan mella en el criterio al obstinado secretario general del PSOE, proporcionará munición a los barones del partido también contrarios al acuerdo con Podemos, pero que por el momento no se atreven a exponer en público sus reparos.
La verdad es que González tampoco hizo sus reflexiones con luz y taquígrafos sino en una cena privada celebrada el lunes en la Embajada de Francia en Madrid y a la que asistieron representantes diplomáticos de varios países de la Unión Europea. Estos encuentros, explicaron las fuentes consultadas, son habituales entre los embajadores de la UE y suelen contar con invitados que disertan sobre la coyuntura política o económica española.
«Fagocitar»
El ex presidente desarrolló más su idea y afirmó que ese Gobierno del PP, no citó a Mariano Rajoy, debería ser corto con un programa y un calendario pactados por los tres protagonistas antes de la investidura. González también puso en duda que el objetivo de Podemos sea pactar con el PSOE, más bien cree que las declaraciones de Pablo Iglesias y sus gestos políticos son parte de una estrategia para «fagocitar» al electorado socialista. Consideró, además, que impedir un Gobierno del PP conduciría a celebrar nuevas elecciones y esa no sería una buena opción.
Con todo, el ex presidente indicó que sus palabras, según la versión proporcionada por fuentes presentes en la cena, eran reflexiones personales que en ningún caso pretendían señalar a Sánchez el camino a seguir ni si debe pactar con «los rupturistas» o con los «constitucionalistas». No lo querría decir, pero lo dijo, y en la dirección del PSOE se interpretaron como una presión sobre Sánchez a cuatro días de la reunión del Comité Federal que debatirá la política de pactos para la investidura. Pero fue una interpretación extraoficial, ningún portavoz oficial comentó las palabras de González.