La hermana del rey deberá aguantar al menos doce días de «martirio»

En enero de 2014 el entonces jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, calificó de «martirio» para la institución la instrucción del caso Nóos. Ese calvario va a continuar, al menos, doce días. Son las sesiones de «martirio» que la infanta Cristina va a tener que soportar sentada en el banquillo de los acusados.

Esas son las fechas que el tribunal ha fijado -entre el 9 y el 26 de febrero en sesiones de martes a viernes y, en principio, solo de mañana- para interrogar a los 18 imputados del caso Nóos’

El tribunal, en su reunión preparatoria del pasado octubre, aceptó la petición de varias defensas de que, una vez terminados los interrogatorios de los acusados, éstos no tengan que estar presente en el resto del juicio, cuya finalización está prevista para el 30 de junio. La sala tuvo en cuenta el factor de la «insularidad» y la dificultad para los desplazamientos para eximir a los imputados de estar en todo momento presentes.

Así pues, y si se mantiene el calendario, la infanta debería declarar en último lugar, ya que la sala mantiene el orden que fijó el fiscal en su escrito de acusación, en el que no figuraba la hermana del jefe del Estado. Todo ello implicaría que la voz de Cristina de Borbón no se oirá en la sala hasta el viernes 26 de febrero muy probablemente.

Luego, al final del juicio, en el turno de última palabra podría volver a viajar a Palma de Mallorca para intervenir en la vista, aunque parece poco probable que quiera hacer uso de ese derecho.

La infanta, eso sí, durante los doce días de interrogatorios de imputados deberá someterse a la tremenda presión mediática (con más de 500 periodistas acreditados), como ya ocurrió el pasado 11 de enero, en la sesión de cuestiones previas, que la hija de don Juan Carlos aguantó sin pestañear ante los focos a su entrada y salida del tribunal instalado en el polígono industrial Son Rossinyol.