Del respeto escueto al aplauso a los jueces «valientes»
La Casa del Rey y el Gobierno acogieron con un escueto «respeto» la decisión de la Audiencia de Palma de enjuiciar a Cristina de Borbón por dos delitos fiscales en el caso Nóos. Las fuerzas políticas, en cambio, fueron más allá de la respuesta de manual y sacaron consecuencias institucionales. El PSOE insistió en que la infanta debe renunciar a sus derechos sucesorios; Podemos aplaudió a «los jueces valientes»; y Ciudadanos apuntó que la hija y hermana de reyes tiene que ser juzgada «como todo hijo de vecino».
La Zarzuela no se enredó en comentarios valorativos como en anteriores ocasiones en el caso Nóos y despachó la decisión de la Audiencia con un «respeto absoluto a la independencia del poder judicial». Igual que el Gobierno, que pasó del pronóstico de Rajoy de que a la infanta «le va a ir bien» en la causa a manifestar su «respeto a todos los procesos judiciales». Ninguna palabra más.
Los socialistas, en cambio, señalaron que la resolución de la Audiencia Provincial de Palma «consolida» el sistema democrático y judicial. La portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, Irene Montero, aplaudió a «los jueces valientes» y Ciudadanos apuntó que esta resolución fortalece el principio de que «todos los españoles somos iguales ante la ley».