Rajoy avisa de que el PP al completo combatirá un Gobierno del PSOE
El presidente en funciones reclama celebrar cuanto antes el debate de investidura.
Rajoy, en la Junta Directiva en Murcia. Marcial Guillén
Nuria vega | Madrid
No habrá tregua para un Gobierno del PSOE con el apoyo de Podemos y la abstención de los partidos independentistas. Mariano Rajoy prepara sus filas para «dar la batalla en defensa de los resultados del 20-D» y advierte ya a los socialistas de que ese Ejecutivo que persigue será «combatido democráticamente por todo el PP». El líder de los populares, que no logró los apoyos para garantizar su propia investidura, niega a su adversario la capacidad de articular un proyecto estable y, aunque le reconoce que quizá pueda sumar los votos para ser elegido presidente, le anticipa que no podrá gobernar.
El PP tiene, desde luego, capacidad para facilitar o entorpecer el día a día de esta legislatura. Cuenta en el Senado con una mayoría absoluta que le permitirá eternizar la tramitación de los proyectos legislativos del próximo Ejecutivo. Esa posibilidad de bloqueo, que insisten en subrayar los populares, ya fue esgrimida por Rajoy el pasado 22 enero para avisar al PSOE nada más abandonar la Zarzuela y tras su renuncia a presentarse a un pleno de investidura perdido de antemano.
Cuestión de justicia
«Podemos retrasar sine die sus leyes» sostiene un dirigente del PP. En el partido no ocultan las razones de esta amenaza que se cuela en los discursos públicos. Se trata, según su forma de verlo, de una cuestión de justicia. Recuerdan que cuando el 20 de diciembre se cerraron las urnas, la suya fue la opción más respaldada por los ciudadanos, y encuentran en ese dato la legitimidad para reclamar su «derecho a presidir el nuevo Gobierno», tal y como expuso ayer su jefe de filas. «El PP reivindica su victoria», proclamó Rajoy ante la Junta Directiva Regional de la formación en Murcia.
Los populares no colaborarán, por lo tanto, en hacer viable un Gobierno de centro pactado entre los socialistas y Ciudadanos. Y creen que la única alternativa que le queda al PSOE es la de llegar a un acuerdo con Podemos y las fuerzas secesionistas, un escenario que les facilita ejercer su tarea de oposición de manera anticipada. Por un lado, Rajoy reprocha que Sánchez pueda estar dispuesto a tender lazos a «nueve o diez» partidos, incluidos los independentistas, que no comparten el principio de unidad de España. «Si gobierna con ellos —censuró el presidente 24 horas después de reunirse con el líder socialista—, será malo, muy malo para España».
Por otra parte, el órdago de Pablo Iglesias y sus exigencias al PSOE abonan el terreno para que el jefe del Ejecutivo hable ya de «un Gobierno de Podemos presidido por Sánchez». «Un Gobierno que supondría un torpedo en la línea de flotación de la economía española, la creación de empleo y la Constitución, un Gobierno que espero que nunca llegue a serlo», remató hoy Rajoy.
El relato, con tintes de precampaña, sirve al partido para ir calentado motores por si en unos meses hay que celebrar nuevos comicios. En la dirección del PP creen que, si eso ocurre, la pugna electoral estará más «polarizada» que nunca entre los populares o los de Iglesias, aunque admiten que los casos de corrupción podrían menguar seriamente a sus posibilidades.