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Pedro Sánchez se someterá a la sesión de investidura el 2 de marzo

El líder del PSOE tiene dos semanas para sellar un acuerdo o habrá elecciones el 26 de junio.

El presidente del Congreso, Patxi López, recibió ayer a Pedro Sánchez. Javier Lizón

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León

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Paula de las Heras | MAdrid

Pedro Sánchez tendrá que pisar el acelerador si quiere llegar a la sesión de investidura con garantías de éxito. El presidente del Congreso, Patxi López, anunció ayer su intención de convocar para el dos de marzo el pleno en el que se decidirá si es o no el próximo jefe del Ejecutivo. Ese día se cumple, exactamente, un mes desde que el rey encargó al secretario general del PSOE intentar formar Gobierno. Y «tres semanas o un mes» fue precisamente el plazo que López dijo que daría a las fuerzas parlamentarias para sellar un acuerdo.

Restan tan solo 16 días, pues, para que Sánchez someta su proyecto a votación en la Cortes, pero su tiempo para negociar es más corto. El compromiso de someter a la militancia del PSOE el acuerdo al que eventualmente llegue con el resto de partidos puede recortar en torno a cinco días esa ventana de oportunidad. Según el reglamento aprobado la semana pasada, tendrá que hacer una campaña informativa y, además, los afiliados que así lo hayan solicitado tendrán tres días para emitir su voto telemático. A eso hay que sumar otro día para ratificación del pacto por el comité federal.

En el PSOE no tiran la toalla. Ni siquiera tras el último ‘tantarantán’ de Pablo Iglesias. Dicen que también en Cataluña parecía imposible que Artur Mas se retirara y la CUP apoyara a Junts pel Sí y que finalmente ambas cosas ocurrieron en el último momento. «Quién va a asumir la culpa de unas elecciones», argumentan.

Presiones

En su intento de crear un clima de optimismo y de superar la imagen de bloqueo, la dirección del PSOE lanzó un comunicado, además, en el que asegura que ya ha alcanzado acuerdos de «gran trascendencia» con IU sobre emergencia social, mercado laboral, derechos sociales y regeneración. Es un modo de presionar a Podemos y neutralizar la idea de que el Gobierno que tienen en mente se escorará a la derecha por su empeño de querer contar con el apoyo (numéricamente imprescindible) de Ciudadanos.

Sánchez someterá a votación su propuesta, tras dos días de debate, el 3 de marzo. Si no lograra mayoría absoluta podría volver a intentarlo dos días más tarde, el sábado 5 de marzo, y, entonces, le bastaría con obtener la mayoría simple de la cámara. En caso de fracasar, se abriría un plazo de dos meses durante los cuales, según la Constitución, pueden «tramitarse sucesivas propuestas» de investidura, bien sea la suya, bien otra, a propuesta del rey y tras nuevas audiencias.

Si no llegara a haber ninguna o ninguna prosperara, que a día de hoy parece lo más probable, dos meses después de la primera votación, el 3 de mayo, se convocarán nuevas elecciones, que tendrían lugar 54 días después, el 26 de junio.

¿Nueva ronda?

No obstante, lo esperable es que el monarca vuelva a convocar a los líderes políticos para intentar desatascar la situación y presentar a un nuevo candidato a la investidura. Sería quizá el momento del líder del PP, Mariano Rajoy, aunque esto también es una absoluta incógnita. En el caso de que en esos dos meses nadie consiga ser investido se convocarían automáticamente elecciones generales. «Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Gobierno».