PSOE y Podemos mantienen las espadas en alto para el acuerdo
No se tiraron las trastos a la cabeza como muchos se temían, pero tampoco acabaron abrazados, como casi nadie esperaba. PSOE, Podemos, IU y Compromís se dieron por satisfechos con haber celebrado ayer en el Congreso una reunión de cuatro horas y media que continuará hoy en el mismo escenario. Los cuatro portavoces se declararon satisfechos por el tono y el contenido del encuentro, casi una asamblea con más de una veintena de negociadores.
Las diferencias, de todas maneras, quedaron claras desde el primer minuto. Los socialistas pusieron sobre la mesa un acuerdo de investidura. Nada más allá. Encontraron el apoyo de IU; Compromís se quedó a medio camino; y Podemos pidió «hablar del gobierno», según confesó Joan Baldoví. La solución acordada fue negociar una agenda programática. Si hay acuerdo, servirá para la investidura, pero también para las políticas de futuros ejecutivos de coalición. El PSOE busca un acuerdo de amplio espectro en el que todos puedan caber, pero Podemos quiere concreciones y compromisos concretos de gobierno.
Pero mientras los equipos negociadores encabezados por Antonio Hernando por parte socialista, Iñigo Errejón por Podemos, Alberto Garzón por IU, y Joan Baldoví por Compromís, se producía otra reunión paralela que enturbió el clima «cordial, sincero y constructivo», según la síntesis de los portavoces. Pedro Sánchez se reunió sin luz ni taquígrafos en otra sala del Congreso con el líder de Ciudadanos para desencallar sus diferencias a fin de anunciar hoy un acuerdo de investidura y de legislatura.
El líder del PSOE sigue empeñado en mantener su estrategia de «acuerdo compatibles» y negociar a dos bandas, una estrategia que hizo torcer el gesto a Podemos.