Refugiado tras su cuñado
Cuando la Casa Real y Hacienda no le valieron de muro de contención ante las embestidas del fiscal, Torres se refugió tras su cuñado Miguel Tejeiro, quien salió del banquillo de los acusados tras un acuerdo antes del juicio para convertirse en testigo de cargo. El ex vicepresidente de Nóos negó conocer los movimientos económicos entre su cuenta en Luxemburgo y las de las sociedades fantasmas en el extranjero de la trama (Blossom y De Goes). «Sobre estos asuntos tengo conocimientos limitados», intentó justificarse. «¿Pero cómo no sabe nada si todo ese dinero terminó en sus manos?», preguntó Horrach visiblemente enfadado.