«Están matando al socialismo catalán»
El programa asumido por Pedro Sánchez y Albert Rivera hace difícil el discurso del PSC.
C. Reino | Barcelona
En toda guerra hay daños colaterales, como en todo pacto hay víctimas indirectas. Es lo que puede ocurrirle al PSC, si el acuerdo suscrito entre el PSOE y Ciudadanos consigue salir adelante. Los socialistas catalanes corren el riesgo de quedarse sin discurso propio —el del catalanismo moderado de izquierdas contrario a la independencia— y además fagocitados por Podemos y Ciudadanos.
El debate secesionista partió a la formación, cuyo sector menos españolista buscó refugio en el soberanismo. En un primer momento, el PSC avaló un referéndum para Cataluña y finalmente lo rechazó. Se quedó como el único partido no independentista que defendía una salida negociada al conflicto catalán.
El acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos ignora esta solución y puede dejar al PSC sin su principal bandera ideológica. «Al PSC lo están matando», afirma el politólogo Oriol Bartomeus. «Con un PSOE adoptando posiciones tan contrarias al catalanismo y yendo de la mano de Ciudadanos en política territorial, lo que van a conseguir es que las escisiones en el socialismo catalán vayan aún a más», afirma Bartomeus.
«Descolocados»
El historiador Joaquim Coll señala que hay sectores del PSC a los que el pacto del PSOE y Ciudadanos ha dejado «descolocados» y que relega al partido en Cataluña sin uno de sus principales recursos, «sin su carta de presentación», que consistía en cargar contra la derecha, fuera el PP o Ciudadanos. El propio líder del PSC, Miquel Iceta, ha reconocido que se sentía más cómodo pactando con Podemos. Lo que sí parece claro es que cualquier tiempo pasado fue mejor para los socialistas catalanes, que en sus momentos de mayor esplendor, hace 10 años, llegaron a controlar la Generalitat, los principales ayuntamientos catalanes (el de Barcelona fue su feudo inexpugnable durante 30 años) y ganaban siempre las elecciones generales. Hoy en día, son la tercera fuerza en la Cámara catalana, gobiernan en Tarragona, Lleida, L’Hospitalet, Santa Coloma de Gramanet, Cornellà. y el cinturón de Barcelona es menos rojo y más morado y naranja.